En febrero de 1952, cuando tenía apenas unas semanas de inaugurada aquella fenomenal temporada de Televicentro, la lucha libre llegó a los cines, pero no en filmación, sino que en vivo y a todo color. A estas funciones de tres espectáculos por un mismo precio, se les bautizó como “Martes Atómicos”, y aparte de la proyección acostumbrada de las películas, se ofrecieron también peleas de box y encuentros de lucha.
El primero de estos eventos se llevó a cabo el día 5, desde las 16 horas, en los cines Popotla y Apolo. El primero de estos, ubicado en la esquina de la calle Pocito y la calzada México-Tacuba, donde ahora hay una gasolinera y a un escaso kilómetro de donde ha sido la redacción de la revista SÚPER LUCHAS.
El Apolo, más céntrico, estaba en la esquina de la calle Degollado y la avenida Santa María la Redonda, y fue destruido por un incendio a fines de la década de los sesenta.
El atractivo cartel de ese primer martes, iniciaba con la exhibición de dos películas mexicanas: Viva mi desgracia, con Pedro Infante y María Antonieta Pons; y Morenita Clara, con Evita Muñoz y Margarita Mora, ambas cintas filmadas en 1943. Además, se anunciaron cuatro peleas de box, una de ellas femenil, entre Socorro “La Chispita” y Clementina “La Baby” y en lucha se anunció a Jimmy Guzmán, que enfrentaría al Vampiro Blanco; mientras que en una de damas, la enmascarada Pantera Suriana lucharía contra Margarita Núñez “La Mazatleca”.
Por si fuera poco, habría réferis de lujo: Del box se encargaría el enorme Kid Azteca, mientras que los encuentros de lucha se los turnarían entre el famoso cerrajero Enrique Llanes y el no menos famoso Jack O’Brien. Todo esto costaría a los asistentes dos pesos con cincuenta centavos en luneta; los niños pagarían sólo la mitad, es decir, uno veinticinco. Se aclaraba también que el espectáculo iniciaría a las 18:45 hrs. en el Apolo y a las 19:45 hrs en el Popotla. Como aún no entraba en funciones aquel regente de tan ingrata memoria, los menores de quince años podían disfrutar del espectáculo; los luchadores se podían “dobletear”; las damas luchadoras podían desarrollar sus habilidades en tan céntricos lugares, además de que, como aún eran muy pocos los hogares que contaban con aparatos televisivos, las familias podían asistir a presenciar las luchas en vivo.
El segundo martes fue el día 12, y se trasladó en aquella ocasión a los cines Tacubaya (que posteriormente fue el Carrusel) y al Acapulco, que estaba situado en la esquina de José Joaquín Herrera y Leona Vicario, en el centro de la ciudad (precisamente enfrente de donde se instaló el Salón de la Fama de Box y Lucha). Se exhibieron las películas Una mujer cualquiera y Tuya en cuerpo y alma. Se anunciaron cuatro peleas de box, mientras que en lucha se programaron dos femeniles, que fueron las de La Dama Enmascarada contra Alicia Gómez, y La Pantera Suriana contra Margarita Núñez; el otro encuentro fue entre La Sombra Roja y Jimmy Guzmán; los réferis fueron los mismos que los del primer martes y la novedad de esta ocasión, fue que narraría los encuentros deportivos el connotado locutor de radio y televisión Pedro “Mago” Septién, en tanto que la presentación de las luchas, estaría a cargo de la misma persona que promovía el espectáculo: el señor Carlos Amador.
El tercer martes, el 19, se regresó a los cines Popotla a las 19:45 hrs. y al Apolo a las 21:00 hrs. De nueva cuenta fueron los presentadores Carlos Amador y el Mago Septién; hubo un relevo de damas entre La Pantera Suriana y La Dama Enmascarada contra Alicia Gómez y Margarita Núñez; en otros encuentros, Sergio Llanes haría frente a Frankestein, mientras que Joe Silva mostraría su fortaleza ante El Vampiro. Y como otro platillo principal, se contaría con la presencia del español Eduardo Bonada y del tremendo rudo Lobo Negro, quienes estarían saludando y dando autógrafos a los asistentes.
