El pueblo contra GCW: «The Last Outlaws», víctimas de su propio éxito

Comencemos con lo esencial: dar cuenta de los resultados del show que nos ocupa, The People vs. GCW 2025, celebrado el pasado domingo desde el Hammerstein Ballroom de la ciudad de Nueva York (Nueva York, EEUU).

 

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@maki_itoh

 

► The Hammerstein Redemption

Día y medio después de la celebración de esta velada, una imagen resume la recepción que ha tenido entre buena parte de la comunidad luchística de internet.

 

La historia se repite pues, recordando el «feedback» obtenido por la primera visita de GCW al Hammerstein Ballroom tres años atrás. Y resulta irónico que la temática de The People vs. GCW fuese buscar una suerte de redención, escenificada mediante una estética carcelaria, reconociendo la promotora sus errores en aquella cita. Se diría que a cambio, Brett Lauderdale y Cía han agravado su condena.

Puedes ser más o menos incondicional del producto, más o menos nostálgico de ECW, más o menos proclive al estilo «hardcore» y apelar a que la experiencia en vivo supone el verdadero fuerte de GCW. Pero un show nunca puede considerarse bueno cuando de 13 combates disputados (restemos el Effy vs. Allie Katch, que tuvo que concluir por una pronta lesión de la segunda) apenas merece la pena salvar tres (Gahbage Daddies vs. Violence Is Forever; Los Desperados vs. Tajiri, Super Crazy y Guido; Megan Bayne vs. Atticus Cogar).

Ni siquiera hace falta exponer la para muchos excesiva duración que tuvo The People vs. GCW (cuatro horas y media). Si una función tiene calidad y consigue hacerse entretenida, eso se antoja irrelevante. El problema pasa por programar tantos encuentros y que la mayoría de ellos no brillen.

@Atticus_Cogar

 

En octubre de 2023, analicé cómo GCW estaba bastardeando su propio producto con la ambición de celebrar la mayor cantidad de eventos posibles al mes. Y de alguna manera, The People vs. GCW fue el culmen de una dinámica que no tiene visos de detenerse. Según comentó Brett Lauderdale con el respetable en el «Kickoff», su propósito pasa por conseguir presentar shows en todos los estados que conforman el país yanqui.

Ese palpable crecimiento se traduce en una gran capacidad para atraer a nombres notorios, que a la postre, fue uno de los grandes problemas que mostró The People vs. GCW 2025. De cara a la taquilla tal estrategia pareció funcionarle, pues el Hammerstein Ballroom estuvo lleno hasta la bandera. Sin embargo, de cara al rendimiento del show, que podría haber atraído nuevas miradas, dudo funcionara.

Ni los veteranos ni los talentos mediáticos actuales consiguieron aportar un nivel luchístico adecuado. Ni siquiera Hijo del Vikingo, quien compitió renqueante. Hoy día, bajo un contexto donde el factor «in-ring» es clave en la escena independiente, con promotoras coetáneas que cada vez lo cuidan más (motivo del ascenso reciente de DEADLOCK Pro-Wrestling), esto, preveo, acabará por pasar factura a GCW.

Y tal vez, sin ir tan lejos, otro problema recaiga en el estatus de ciertos «GCW Originals». Los casos más flagrantes son los de Effy y Allie Katch. Suelen cumplir entre las doce cuerdas y conectan con la fanaticada, pero su nivel no justifica el protagonismo que GCW les ha concedido durante el último año. Y claro, su posicionamiento como representantes del colectivo LGTBI también motiva buena parte de las críticas, entre una IWC que, como el conjunto del pueblo estadounidense en los últimos años, ha virado por desgracia hacia la derecha.

Me resulta irónico que la promoción del evento quedara marcada por ciertas palabras de Effy hacia AEW, a raíz de la reserva del Hammerstein Ballroom para Final Battle 2024, vanagloriándose de la independencia de GCW y de paso demonizando la condición de millonario de Tony Khan. Porque actualmente, GCW, como AEW, parece víctima de su propio éxito.

LA LUCHA SIGUE...
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Rafael Indi rafaelinaresindiano@gmail.com | @rafael_indi