Un martes, día poco habitual para las noticias de este tipo, supimos que Lars Sullivan ya llevaba cerca de un mes sin trabajar en WWE. Noticia que realmente no nos pilla por sorpresa, pues el historial de disparos a su propio pie que sumaba Sullivan desde su ascenso al elenco principal de la empresa era ya de tintes tragicómicos, y nadie llegó a echarlo de menos con sólo tres combates televisados bajo los grandes focos.
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Aunque en sus últimas actualizaciones al respecto del tema, Dave Meltzer aclara en el foro de F4WOnline.com que WWE seguía guardando importantes planes para Sullivan, rompiendo con las especulaciones de que la empresa había dejado de lado al gladiador a causa de toda la controversia en torno a él. A cambio, Meltzer señala que el propio Sullivan no quiso volver a aparecer más en la programación.
Mientras, Fightful aporta una interesante revelación.
«Muchos con los que hablamos en noviembre no tenían idea de la dirección creativa o de la intención de las promos de Lars Sullivan, en particular esa que hizo sin camiseta con Michael Cole. Una fuente importante dentro de WWE dijo que ‘parecía como un sabotaje o una prueba’ el poner a Sullivan en esa posición».
Fightful habla de la última aparición de Sullivan en WWE, durante el episodio de SmackDown del 6 de noviembre, donde «The Freak» explicaba el porqué de su condición de rudo, y que parece iba encaminada a presentarlo como humano a ojos de la audiencia.
Pero en última instancia, si McMahonlandia quería impulsar a Sullivan a los puestos estelares de la marca azul, todo cayó en saco roto por culpa de sus fantasmas personales. Y claro, la paciencia de la compañía llegó a un límite.