El Legado del Fantasma llegó con una gran oportunidad de quedarse con varios de los caempeonatos de NXT, el de parejas y el Norteamericano, pero tenían que hacer frente a un complicado equipo conformado por Bronson Reed y MSK (Nash Carter y Wes Lee).
Los dos equipos enfrentaron en un combare donde el ganador se llevaría todo, por lo que no dejaron nada a la suerte.
Raúl Mendoza, Joaquín Wilde y MSK mostraron gran calidad al momento de luchar con movimientos rápidos, pero la fuerza de Reed hizo que las cosas se nivelaran lentamente a su favor, esto pese a la inteligencia de Santos Escobar que buscó aprovechar los momentos.
Sin embargo, pese a que ninguno de sus compañeros quería enfrentar a Bronson, ambos tuvieron que hacerlo cuando el de la Ciudad de México les obligó a tomar el relevo.
Pese a tener poco tiempo trabajando juntos los campeones supieron acoplar bastante bien sus características.
Llegó el momento en que los seis luchadores sacaron sus mejores movimientos aéreos, y salieron con espectaculares vuelos, incluso Reed con toda su corpulencia.
Las cosas no fueron sencillas para ninguno, especialmente para el Legado, quien pese a intentar con todo acabar con sus rivales, siempre encontraban la forma de revertir las acciones.
El final llegó cuando Santos se distrajo por unos segundos con el cinturón norteamericano, lo que permitió a Reed lanzarlo contra la barrera de protección y luego junto a MSK, dar cuenta de los otros compañeros para quedarse con la victoria y retener el título.