Nunca me ha gustado el término Diva. Menos en la lucha libre. Porque detrás de la consagración de ese término en WWE hubo una construcción narrativa denigrante de ángulos, segmentos, historias y papeles para las damas que trabajaron o trabajan para la empresa mainstream de lucha libre que todos conocemos; desde Trish Stratus ladrando como perro para pedirle perdón a Vince McMahon antes de lucha de éste ante Shane McMahon en WrestleMania 17. La época en que Natalya tenía un personaje con un problema de flatulencias, lo cual generó el rechazo de su tio Smith Hart y de la ex luchadora WWE Maria Kanellis, quien en su declaración dio en el clavo cuando aseguró:
«Creo que esto realmente demuestra lo que WWE piensa sobre la división de Divas.»
Curiosamente tenemos más ejemplos en la mayoría de los ganadores del galardón del Wrestling Observer Newsletter (WON) Most Disgusting Promotional Tactic (Táctica promocional más repugnante); el ganador de 2009: explotar el problema de sobrepeso de Mickie James. El ganador del año pasado: la muerte de Reid Flair usada para avanzar en la rivalidad entre Paige y Charlotte; lo cual no sólo hizo que Dave Meltzer diera su opinión, si no también Ric Flair y como no Elizabeth Fliehr. Además de según la misma gala pero en la categoría de peores rivalidades: peor riña 2015: Team PCB vs. Team B.A.D. vs. Team Bella, y el año anterior Brie Bella vs. Nikki Bella. Una desastrosa dirección creativa para las féminas de WWE.
Parece que la polémica división femenil ha sido victima de prejuicios machistas; que van desde ángulos de embarazos falsos, matrimonios y objetos de deseo. Segmentos donde no son más que un atractivo visual para el público masculino, donde sus vestuarios y la ausencia de ellos eran una provocación—ninguna lucha de brasier y panties será recordada por su calidad luchística—además de historias donde su papel no va más allá de una dama en apuros, una dependiente, una—en palabras de Maná—mariposa traicionera. Todo esto condensado en la Pipe Bomb de AJ Lee, que aunque quedó corta en comparación a lo que pudo haber dicho, nos dio más cosas que pensar de la decadencia de las divas.
Actualmente y siempre han habido las refrescantes excepciones como Lita, Trish Stratus, Mickie James, Victoria, Chyna, Beth Phoenix, AJ Lee y desde NXT para el mundo: Becky Lynch, Charlotte, Sasha Banks, Bayley y Asuka. Pero un cambio de cómo son vistas las luchadoras en WWE es difícil cuando en años recientes la calidad de los encuentros se descuidó por hipersexualizar a unas maniquís. Las buenas noticias son que poco a poco una nueva generación ha revolucionado el paradigma; Sólo hay que recordar que una considerable cantidad de luchas de la división femenil NXT fue candidata a lucha del año—siendo Bayley vs. Sasha Banks en NXT TakeOver: Brooklyn y Sasha Banks vs. Becky Lynch en NXT TakeOver: Unstoppable las dos más fuertes candidatas, con un nada despreciable número de luchas detrás suyo. Además de que actualmente Sasha Banks es una de las Superestrellas que más grandes ovaciones recibe al entrar en escena.
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Por consiguiente no es de extrañar que ciertos secretos de la empresa de lucha libre más conocida a nivel mundial salgan a la luz y no se pongan en duda. Aquellos que conocen los antecedentes de WWE y su manejo a las mujeres no van a levantar ni una ceja a leer la siguiente información.
Según se reportó en la sección de lucha libre de la página web 411MANIA; el ex escritor creativo de WWE Jensen Karp habló sobre su experiencia escribiendo para WWE, la cual definió como divertida. Él trabajó allá de 6 a 7 meses.
En el vídeo que tenemos arriba, Karp cuenta que durante su estancia en el gigante del deporte-espectáculo Vince McMahon se encontraba haciendo un ángulo con Candice Michelle. Para él era claro que McMahon quería intimar con ella.
La excusa fue un historia donde McMahon tenía poderes curativos—esta fue la historia previa a la rivalidad con Shawn Michaels donde Vince McMahon se proclamó así mismo un dios—en sus manos que al tocar la zona afectada la curaba al instante, lo que nos lleva a un segmento con Michelle donde él la curaba de una tos al tocar su pecho.
McMahon quería continuar con esas escenas, pero Michelle necesitaba una nueva dolencia a curar. Karp se mantuvo callado porque era su primer semana, pero cuando McMahon preguntó a los escritores cuál complicación podría ser, Karp respondió «Labiagytis» («Labialgitis», algo así como una inflamación en los labios). A McMahon le gustó la idea. Karp notó que hubo un silencio en la habitación y pensó que bien podría ser despedido o convertirse en el próximo presidente de la WWE . La primera palabra Karp puso en WWE fue «labiagytis «.
Para cerrar, esperemos que la dirección creativa de la actual división femenil se aleje cada vez más de este entretenimiento barato y se distinga como lo ha llevado haciendo NXT en donde el papel de la mujer se ha dignificado; en donde hombres y mujeres por igual se pueden robar las miradas y aplausos sin necesidad de denigrarse.