El gran Campeón Nacional de Peso Completo, El Egipcio fallece

José Luis Hernández llegó a ser uno de los Campeones Nacionales de Peso Completo más respetados en toda la historia de la lucha libre mexicana, quizá sólo rebasado por los nombres del Charro Aguayo, Firpo Segura y Alfonso «El Tanque» Dantés. Claro, el nombre no suena a mucho sino se acompaña por el seudónimo de El Egipcio.

Nacido en la capital de Oaxaca el 9 de enero de 1957, José Luis emigró de muy pequeño a la ciudad de Puebla para buscar una mejor vida. Ahí conoció a su amor, la lucha libre. De la mano del «Gorila» Osorio, José Luis aprendió las bases de la lucha libre y consiguió debutar en la Arena Puebla a principios de 1976, siempre con su faraónico apodo.

El luchador de un porte espectacular logró rápido llamar la atención de los máximos jerarcas de la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL), lo cual lo proyectó al circuito más importante en el país. Siempre fue un hombre dedicado al ejercicio, por lo cual logró siempre lucir un físico intimidante para sus rivales, y le llevó a tener una carreta ascendente donde consiguió la máscara del Doberman y la cabellera de Raúl Armas en la siempre recordada Pista Arena Revolución durante 1979.

El Egipcio pronto se volvió uno de los rudos estelares más respetados tanto por rivales como por la afición. Haciendo equipos con gente como Cien Caras, Herodes, Sangre Chicana, La Fiera, Mocho Cota y tantos más. Lo cual le llevó a tener piques de importancia con los principales técnicos de la EMLL durante la naciente década de los ochentas. Uno de los más destacados fue con el tapatío Rayo de Jalisco Jr., otro joven en ascenso.

Aunque dueño de una gran técnica, El Egipcio fue un rudo encarnado

La situación se tornó ríspida y se pactó que la fecha dónde no habría vuelta atrás, sería el 9 de diciembre de 1983, en la eterna Arena México, la cual sería el cerrón de sus actividades en ese año. Pero no sería en mano a mano, sino en un relevo suicida, donde los perdedores lucharían entre sí. Además de Rayo y Egipcio, estuvieron involucrados Hombre Bala y Masakre, quienes capitalizaron el encono de los primeros y salvaron sus capuchas. Pocas veces, quizá ni contra Cien Caras (y su guitarrón) Rayo de Jalisco Jr. fue tan exigido como en esa ocasión. La técnica del que después de esa noche sabríamos que se llamaba José Luis Hernández hizo sacar lo mejor del Rayo, quien con su clásico pundonor consiguió la segunda victoria importante en su carrera (un año antes había despojado de su máscara a MS1).

El Egipcio perdió su identidad, pero no su calidad, y está le basto para seguir en la lucha libre. Casi una década después, el 13 de abril de 1991, El Egipcio cobró venganza contra su odiado rival, despojándolo del cinturón del máximo peso nacional. A dicho fajín le sacó mucho lustre, pues lo defendió ante lo mejor de todo el país, entre ellos Blue Demon Jr., Mano Negra y varios más.

Majestuoso Campeón Nacional de Peso Completo, El Egipcio

Ya entrados los años noventas, El Egipcio comenzó a descuidar la lucha libre por atender sus negocios personales. Nunca dejó del todo a la lucha libre, siempre fue visto en las diferentes arenas donde dejó su nombre incrustado en la historia. 

Este mismo año, el CMLL en Puebla le brindó un digno homenaje a su trayectoria. 

Egipcio, Vampiro Canadiense y Universo 2000 -1991

El día de hoy, 22 de junio de 2018, falleció víctima de un paro respiratorio.

Todo el equipo de SÚPER LUCHAS desea pronta resignación a sus amigos cercanos y a su familia.

Descansa en paz José Luis Hernández, que El Egipcio vivirá por siempre en la memoria de la lucha libre nacional.

LA LUCHA SIGUE...
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