El Fantasma responde a los cuestionamientos de SÚPER LUCHAS

En días pasados, SÚPER LUCHAS publicó dos notas refiriéndose a la Comisión de Lucha Libre Profesional de la Ciudad de México. Una derivada de los combates de lucha extrema e intergénero que tuvieron lugar en Triplemania XXIV, y otra que se refería a cuestionamientos legales. Esta misma causó que el presidente de la Comisión se pusiera en contacto con nosotros para darle el justo derecho de réplica. El pasado viernes 9 de septiembre nos dimos cita en las oficinas de la Comisión para entrevistarnos con El Fantasma.

En resumen, El Fantasma niega todo:

  • No hay nepotismo: “Todo lo que ha hecho mi hijo se lo ha ganado arriba del ring”.
  • Sobre ser juez y parte al participar en una función del CMLL: “Tengo un permiso firmado por autoridad competente para este evento”.
  • En cuanto a los combates extremos: “La empresa cumplió en demasía las garantías de los luchadores: Seguro de vida, seguro de gastos médicos, dos ambulancias, un hospital contratado por cualquier eventualidad. Y los luchadores firmaron una responsiva por lo que iban a hacer arriba del ring”.
  • En cuanto al tiempo que ha tenido bajo su cargo la Comisión: “El cargo es honorífico y no tengo un sueldo por él. Lo he hecho para beneficiar a mis compañeros luchadores, aunque a veces no lo entienden”.
  • Sobre la reenmascaración de Mil Muertes: “¿Con que nombre luchó?”

Tras una llamada a nuestro Editor en Jefe el jueves mismo que publicamos el último cuestionamiento, hablamos por teléfono con el presidente de la Comisión, quien visiblemente molesto refutaba todo lo dicho por este reportero. Le pedimos una entrevista para el día siguiente a la cual accedió. A la entrevista acudimos mi compañero José M. Vacah y yo. Él tomaría fotos y grabaría la entrevista para SÚPER LUCHAS, sin embargo lo segundo no pudo pasar a petición del entrevistado quien pidió que todo se platicara “entre amigos”.

El Fantasma es un luchador que, a pesar de tener más de cinco décadas de vida, luce un físico impresionante y puede ser bastante intimidante si lo decide. Y lo decidió. Era obvio que no esperábamos una entrevista a modo; fue obvio que no la tuvimos. El tono de su voz reflejaba la ira que le habían causado nuestras publicaciones.

Estuvo siempre a la defensiva, siempre cuestionando la labor de la prensa. Molesto cada vez que se tocó cada uno de los puntos cuestionados, contestando con furia casi siempre. Su faz, cubierta por su máscara, sólo dejaba ver una mirada penetrante hacía nosotros.

Puedo decir que El Fantasma es una persona sincera, esa impresión me da. Él ha hecho mucho por la lucha libre: ha conseguido que muchos gladiadores históricos tengan un reconocimiento tras su retiro. Ha conseguido que varios de ellos tengan una vida digna. Ha apoyado a muchas glorias del deporte en momentos críticos de su vida, sin buscar el protagonismo.

Él nos contó varios casos donde ha tenido que intervenir para apoyar a luchadores en situaciones difíciles. No todo es malo. Al contrario, hay cosas muy buenas. Sin embargo, creo que hay situaciones de las que no se da cuenta de su injerencia. Él trata de respaldarse siempre; hace bien. Pero no se ve a sí mismo como un funcionario público, más bien entiende su cargo como el de un líder sindical. Trata de hacer mucho por el luchador; en general eso es bueno. Sin embargo, la ley lo obliga a regular el deporte espectáculo.

«NO SE TRATA DE DINERO, SE TRATA DE PODER»

Lo interrogué sobre sus méritos en la Comisión, palabras más o palabras menos él refiere:

“No se nos ha muerto ningún luchador en 18 años. Hemos conseguido cosas como el Seguro Popular, que aunque es para toda la población, hemos pugnado porque haya vivienda para los luchadores. Pero no es tan fácil, hay mucha corrupción en el INVI”.

Menciona que durante su estancia ha tenido muchos problemas, que nunca ha recibido un peso en el puesto y que simplemente lo hace por las satisfacciones que consigue:

“El cargo es honorífico y no tengo un sueldo por él. Lo he hecho para beneficiar a mis compañeros luchadores, aunque a veces no lo entienden. No se trata de dinero, se trata de poder. Usted no sabe las relaciones que uno puede tener en este puesto. Esto hace que uno se sienta vivo. Vea usted a cualquier luchador retirado, o a cualquier profesionista en el mismo caso, se apagan, se sienten mal. En cambio vea usted a la gente que funge como comisionados, tienen otra vez vida. Llegan a la arena y vuelven a tener la presencia de antes, por eso he tenido a puros grandes leyendas en la Comisión, como a Scorpio, Ray Mendoza, Rambo, Felipe Ham Lee, Sugi Sito, etcétera”.

Las cosas no seguían bien, sobre todo al hablar de su hijo:

“No entiendo por qué el afán de perjudicar a otras personas. Hay mucha gente que habla mal de mí, casi todas por resentimientos personales (menciona a dos personas que de sobra se sabe el encono que tienen con El Fantasma: un mascarero y un luchador), casi todos son gente amargada, que tiene envidia.”

— No es el caso, no es personal.

— Pero eso de meterse con mi hijo sí estuvo mal. Él está muy molesto, de hecho quería estar presente, pero le dije que no. Él tiene su propia vida, sus propios méritos. Él nació en la lucha libre y desde niño ha estado en ella. Si yo no le hubiera visto méritos suficientes no le hubiera dejado ser luchador.

Cuestiono por los campeonatos de su hijo, de manera tajante dice:

“Él los ha ganado por propio mérito arriba del ring”.

 

Fotos: José M. Vacah.
Fotos: José M. Vacah.

 

El hielo se rompió un poco en algún momento, sobre todo tras presentarnos el escrito signado por el director jurídico del Indeporte (que no permitió que fotografiáramos). En el escrito de tres cuartillas, el Indeporte se exime de dar la licencia requerida, y recarga toda la culpa a la Comisión, quien varios días antes ya había aprobado el hecho de que el presidente de la Comisión vuelva tras más de veinte años a la Arena México.

En palabras simples, él y sus comisionados aprobaron en una junta su participación antes de presentar el escrito.

Él me cuestiona: “¿A quién cree que le debo de pedir permiso para luchar?”, contesto: “Pues al encargado del Indeporte o al Jefe de Gobierno”. Asiente. Muestra el escrito bajo su nombre pidiendo el permiso. El Indeporte, cual Pilatos, se lava las manos, le recuerda que no puede dar permisos para luchar, que eso recae en la Comisión.

Es decir, El Fantasma y los comisionados puestos por él son los únicos en poderlo autorizar a luchar, como sucedió.

“Bueno, ¿en qué le perjudica que yo pueda luchar? ¿Tiene una idea de cuánta ilusión tengo de volver a luchar en la Arena México? Seguramente será la última oportunidad que tenga de hacerlo”.

— Yo no tengo problemas con que usted luche. Por el contrario, yo he pagado boletos en la Arena Naucalpan para ir a verlo luchar. El problema radica en que se vuelve juez y parte.

— No, porque para esa función habrá otro comisionado en turno.

Foto: José M. Vacah.
Fotos: José M. Vacah.

Sobre la función de Triplemania XXIV con sus dos combates peculiares (lucha extrema y lucha intergénero), El Fantasma nos explica que se le pidió a la empresa una serie de medidas especiales, como el hecho de que hubiera dos ambulancias disponibles, dos equipos médicos para cualquier eventualidad. Afirma que la empresa se comprometió con un seguro de vida y un seguro de gastos médicos para con los gladiadores.

De la misma forma, los luchadores, sabiendo las consecuencias, firmaron delante de él una carta donde deslindan a la Comisión de las responsabilidades que pudieran tener dicho encuentro. Queda, pues, en las otras empresas que puedan cumplir los requisitos que imponga la Comisión, pero de que se puede conseguir el aval, está este antecedente.

Sobre el caso del reenmascaramiento que se vio en la función de Triplemania, El Fantasma refiere a que Mil Muertes (El Mesías/Muerte Cibernética) sí cambió en totalidad su personaje; en cambio Silver Caín/Silver King, en su momento no lo hizo, lo cual le parecía una burla para la afición al querer jugar la incógnita que ya había perdido. Es el mismo caso de Coco Rojo, quien ha querido seguir sacando provecho de su máscara, afirmó.

En algún momento de la entrevista varias personas comenzaron a hacerse presentes, eso no fue lo relevante, lo malo fue que comenzaron a “completar” las frases de El Fantasma. No lo necesitaba, al contrario, le estorban. Uno de ellos me pregunta algo absurdo: “¿No tendrás problemas legales por publicar algo que en el pie dice que no se puede publicar?”

— Es un reglamento, está en internet, y es actual. Su publicación es totalmente legal, señor.

Aún más, casi al final de la entrevista cuestiono a El Fantasma sobre su papel en Leyendas Inmortales, empresa que conjuga a muchos de los luchadores que hicieron grande a la lucha libre mexicana. El presidente de la Comisión reacciona afable, ve a bien la pregunta y dice:

“La idea fue mía. Le hablé a Canek y a Jesús (Máscara Año 2000). Las funciones que hemos hecho no han resultado en un éxito económico importante, sin embargo, han servido para que varios de nuestros compañeros que estaban casi retirados tuvieran un segundo aire, como Fuerza Guerrera quien a raíz de Leyendas ha tenido trabajo por todo el país”.

Tras más de una hora de entrevista, la plática terminó con unas fotos donde El Fantasma exhibe los papeles referidos y da constancia de esto. Queda claro que El Fantasma no es un improvisado y que sus 18 años en el cargo han servido para que tenga un colmillo especial para cubrirse. Sin embargo, al ser un funcionario público debe entender que siempre estará expuesto al escrutinio de los medios, aunque en un ambiente como el de la lucha libre, tanto luchadores como empresarios y autoridades estén acostumbrados a recibir sólo halagos, loas y lisonjas por parte la mayor parte de la prensa luchística, que se mantiene en la etapa de «aficionado».

No es el caso, ni ahora ni nunca, de SÚPER LUCHAS.

LA LUCHA SIGUE...
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