El arte luchístico del ilustrador tapatío Flavio Mota

La lucha libre se ha prestado siempre a ir de la mano con muchas formas de expresión artística. La podemos ver plasmada en pinturas, esculturas, murales e ilustraciones, por mencionar algunas.

En cuestión de ilustraciones, las de Mota, como lo llaman sus conocidos y como él mismo se presenta, han llamado siempre la atención. Gustan, atraen, pero sobre todo, transmiten.

Flavio Antonio Mota Velasco, nació en Guadalajara, Jalisco, un 10 julio de 1979, y desde que era pequeño, mostró un gusto y cualidades por el dibujo y la lucha libre. Aquí, una entrevista.

«Mi niñez trascurrió en la normalidad de una familia tapatía, ligada a los abuelos, a los juegos en la calle con montones de niños y con mis primos, deberes, escuela, iglesia, juegos…»

―Supongo que tu amor-afición por la lucha libre, proviene de esta etapa de tu vida, háblame de eso.

―Mi abuelo paterno, don Antonio, era gran aficionado al boxeo y a la lucha libre, que aquí tradicionalmente sucedía los martes y los domingo en la Arena Coliseo. De niños esperábamos las vacaciones de verano para pasar una temporada en casa de mis abuelos y poder desvelarnos viendo las luchas junto con él y ocasionalmente ir a la arena. También recuerdo que de niño pasaba por la calle un vochito con perifoneo, anunciando las funciones en la Coliseo y arrojando los programas impresos, esos típicos alargados impresos a un tinta; corríamos detrás del vocho recogiendo programas, jejeje.

―¿Cuál es la función a la que recuerdas haber asistido que más te haya marcado?

―En aquel entonces me gustaba mucho El Dandy, verlo llegar con su bastón y su sombrero de copa. Recuerdo una lucha ensangrentada contra El Satánico, pero la verdad son pocos los recuerdos de esas idas a la Arena.

―¿También desde niño te gustaba dibujar, pintar, las cosas artísticas?

―Sí, desde niño me gustaba dibujar y me pasaba horas dibujando y jugando. Con las propinas que me daban las vecinas por traerles las tortillas, me compraba revistas de lucha libre, especialmente el Sensacional de Lucha Libre porque ahí venían los luchadores dibujados muy bien; se veían los músculos, poses más elaboradas que no se encontraban en las fotografías de Box y Lucha, por ejemplo. Digamos que venían los luchadores más detallados y gráficamente era más atractivo para mí. Las portadas del gran Rafael Gallur, me encantaban, pero por las muchachas que salían en las revistas, tenía que esconderlas.

―Y el Flavio joven, ¿cómo era?

―El Flavio de secundaria había apilado una buena cantidad de revistas. Me gustaba especialmente una que se llamaba En esta esquina, que tenía una sección que se llamaba «luchas cibernéticas» donde según alimentaban una computadora con los datos de luchadores de antes con luchadores actuales a ver quién ganaría y me gustaba porque conocía luchadores de los que hablaba mi abuelo como Tarzán López, Rito Romero, Lagarde, etcétera. Había duelos como Benny Galant vs. Vampiro Canadiense; Santo de su etapa ruda vs. Santo de su etapa técnica.

«En la secundaria me la pasaba enseñándole a mis compañeros movimientos de lucha, llaves… De hecho tengo una anécdota al respecto: en una función donde vimos a Blue Panther, mis tías me consiguieron una foto autografiada y en la secundaria yo la presumía y cómo ‘sabía’ mucho de luchas, yo decía que era hijo de Blue Phanter y les conseguía autógrafos de mi papá Phanter a mis compañeros, jajaja. Con mi habilidad para dibujar y el acervo de revistas con pósters autografiados, copiaba autógrafos de luchadores y los vendía entre mis amigos ¡diciendo que mi papá Phanter me los había conseguido, jajaja! ¡Era genial!!!

«Ya más en preparatoria disfrutaba del boom televisivo de la lucha y me gustaba porque empezaba a tener acceso a luchadores a los sólo conocía por revistas. Luchadores como el León Vera, Canek, Los Villanos, Solitario, Pegassus Kid, que cuando leía las reseñas no sé si los idealizaba de más o qué rollo, pero me parecían imponentes por el misterio de no poder saber más, de no poder verlos en acción».

―¿Quiénes son tus luchadores favoritos? ¿Siempre han sido los mismos?

―Digamos que como me alimentaba más de lo que había en las revistas en blanco y negro, añoraba épocas que, claro, no viví. La gloria de Santo, de Lagarde, de Tarzán López, de Benny Galant, de Rito Romero, de Charro Aguayo. Me gustaba esa onda vieja de la lucha y por ende, mis luchadores favoritos son los que se manejaban en ese esquema de lucha a ras de lona, llaveo y contrallaveo. Mi favorito sin duda era y es Aníbal, y abajito de él, pondría a Canek y a Lizmark.

«Por otro lado tenía a mis favoritos, pero no por desempeño luchístico; siempre me gustó el diseño de los equipos y máscaras y siempre preferí los luchadores con aire viejo, clásico. Por personaje y su diseño me gustan mucho Mil Máscaras, Tinieblas, y El Solitario.

―¿Cuándo empezaste a hacer ilustraciones de luchadores? ¿Cuál fue la primera?

―Ilustraciones ya como tal comencé en la universidad (estudié diseño gráfico), pero con temas muy variados, pero siempre presente el tema luchístico. He trabajado como ilustrador para una editorial y actualmente sólo ilustro como pasatiempo.

«Ésta es una de las primeras ilustraciones que conservo, mira:

―Háblame de ella.

―Más allá del luchador como deportista, del luchador vestido de lentejuela, con su capa y su glamour, me gusta verlo como un hombre (o mujer) que sale a combatir día a día, con sus heridas del alma bien resguardadas bajo la tapa. Como el hombre que hace honor a su palabra, como todos los que salimos todos los días a buscar una vida mejor. Por eso si te fijas, esta ilustración (y muchas otras) tienen en los ojos arrugas, ojeras, muestran cansancio… pero te pones la máscara y sales a dejarlo todo en la lona a pesar de lo que sea. El luchador como símbolo, como vehículo de expresión, te permite representar casi cualquier idea.

―¿Qué haces en la actualidad?

―Actualmente trabajo en el área de diseño del Congreso del Estado de Jalisco, lo que consume casi todo mi tiempo; aunque trabajo como diseñador, estoy muy alejado del trabajo creativo. Salvo proyectos relacionados con diseño de material educativo para el preescolar de mi esposa en donde colaboro con ilustraciones. Eso sí, sigo haciendo ilustraciones por hobbie y además de los luchadores, me gustan los monstruos y el horror y lo relacionado con ilustración infantil, todo un poco mezclado.

 

LA LUCHA SIGUE...
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