Desde el regreso de CM Punk a WWE, el de Chicago ha tenido varios enemigos y donde ellos estarían en SummerSlam en el mismo ring contra él, Drew McIntyre, con quien se enfrentaría y Seth Rollins que fue el réferi especial.
Aunque Rollins odia a Punk, tampoco es muy amigo de Drew, pues le ha costado incluso el campeonato; sin embargo, aunque tampoco es su amigo, es claro que tiene menos simpatía por el «Mejor del Mundo».
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Sin embargo, Rollins intentó mantener la imparcialidad, a pesar del resentimiento que siente hacia ambos participantes. A pesar de esto, también supo captar la atención del público al tardar en sonar la campana, asumiendo un rol protagónico.
El duelo comenzó con gran intensidad, con golpes intercambiados de ambos lados, estableciendo esta dinámica como la constante del combate. A medida que la acción se intensificaba y los luchadores se atacaban fuera del ring, Rollins se distrajo y dejó de contar.
El combate parecía haberse transformado en una lucha sin descalificación, permitiendo todo tipo de acciones. Rollins incluso impulsó a Drew para que golpeara a Punk y evitó realizar el conteo.
Drew tomó una silla y convenció a Seth para que ignorara su uso, pero Rollins terminó interviniendo para evitar que se usara. Drew empujó a Rollins, lo que intensificó la tensión en el ring, con Seth aparentando que iba a intervenir.
Punk atrapó a Drew con una Anaconda para intentar quitarle la pulsera de su familia al escocés, pero no aprovechó el momento y Drew retomó el control. Sin embargo, Punk pudo reaccionar, pero al intentar aplicar el GTS, se dio cuenta de que Rollins tenía su pulsera y lo enfrentó.
Drew aprovechó la distracción para lanzarse contra Punk. Punk empujó a Rollins, y con la oportunidad abierta, logró conectar el GTS, pero Seth llegó tarde para el conteo.