Con más de dos décadas de experiencia en la lucha profesional, Dios del Inframundo alcanzó notoriedad internacional debido a su etapa como Drago en Lucha Underground, un personaje adoptado en AAA tras inspirarse en la imagen de The Great Muta.
En entrevista con Ernesto Ocampo en nuestro canal de YouTube, Dios del Inframundo relató sus inicios en la lucha libre, desde que comenzó siendo un aficionado en la niñez, recordando sus entrenamientos y la influencia de grandes maestros como el Gran Apache, que cimentaron su estilo basado en la disciplina, resistencia y técnica.
► «Tomé la mala decisión de quedarme en AAA»
También destacó su experiencia en Lucha Underground. Sin embargo, reflexionó sobre su decisión de mantenerse en AAA, considerando que pudo limitar su proyección global.
— Tú te quedaste con AAA. ¿Piensas que hubiera sido mejor para ti haberte salido poco después de Lucha Underground y empezar a buscar trabajo en otras empresas internacionales?
— Tomé la mala decisión de quedarme. Honestamente fue una mala decisión, porque yo estuve en las buenas, en las malas y en las peores con la empresa y creo que esa mala decisión de haberme quedado fue la que provocó que no hubiera sido otra mi historia en en la lucha libre a nivel mundial, porque tuve una buena oferta. Existió ese apoyo de personas que me querían ayudar y que me dijeron: ‘Salte, nosotros te vamos a apoyar, te vamos a ayudar, no te preocupes’. Pero yo tuve miedo, y más que miedo, yo le tenía respeto, lealtad, cariño a AAA. Lo digo siempre en las entrevistas, porque yo sentía eso por la empresa, pero pues después te das cuenta que no valió la pena.
Cuando ves la realidad, te decepcionas tanto que dices: ‘Hubiera hecho esto’, pero el hubiera no existe. Y sí, la regué gacho en haberme quedado donde no me tenía que haber quedado. Si me hubiera salido en el momento que mis compañeros se salieron, mi destino hubiera sido otro en este deporte».
► Dejar AAA, una decisión difícil
También contó cómo fue su salida de AAA:
«Estamos en un deporte, en un ambiente donde todo se sabe. Una semana antes ya sabía quién iba a utilizar el personaje de Drago, ya sabía cómo estaba la onda.
«Entonces, me dijeron: ‘Ya tienen pensado debutar otro Drago en tal evento, ya le pidieron que mande a hacer el equipo’. Me dieron toda la información, fue un evento que que organizó una conocida página que maneja también la lucha libre.
«Lo pensé mucho, fue una decisión de verdad que me daba miedo, pero a la vez decía, ‘Lo tengo que hacer’. Yo no puedo estar dependiendo, no puedo estar dependiendo de alguien que te diga ‘Tienes que vivir con esto y no me importa’.
«Eran muchas cosas, muchos sentimientos encontrados, pero fue algo que ya tenía que hacer. Y no fue fácil, pero tampoco fue difícil porque ya me venía manejando en el territorio independiente por autorización de la empresa. Obviamente les daba un porcentaje de cada lucha que tenía en en el extranjero; ese era el acuerdo y tenía la libertad de arreglarme por fuera como Drago y trabajar con la marca. No había inconveniente, por eso daba mi porcentaje.
«Tomé la decisión, una decisión difícil, pero ni modo, así tenía que pasar. No la tomé en el momento en que tenía que tomarla. Y esa mala decisión de no salirme antes me arrastró muchas consecuencias.
«Yo ya era una persona que no no les convenía tenerla, porque siempre levantaba la voz, pero para lo justo, y si veía injusticias, las exponía, pero a final de cuentas era un conflicto para ellos. Se volvió un problema, y es donde dejas de ser indispensable».