Una de las peleas curiosas del fin de semana fue la de Diego Magdaleno contra José «Chelo» González.
Y es que luego del resultado de la pelea, muchos acusan a «Chelo» de no tener corazón, de vender barata la derrota y que desaprovecha sus oportunidades. Hay quien dice que después de la pelea contra Magdaleno se le acabaron.
Ahora bien, no fue una victoria del todo sencilla para Diego. Aunque siempre tuvo el control de la pelea, González se le complicó en algunas ocasiones.
Habrá sido su movimiento de piernas o su plan de pelea, de echarse para atrás para no encarar a Magdaleno.
Magdaleno por su parte, se paso la mayor parte del combate siguiendo a González, con el buen tino de que no importaba que tanto retrocediera el «Chelo» casi siempre lo impactó.
«Chelo» pudo haber llegado con condición, pero no con recursos para combatir contra Diego.
Los golpes que Diego lanzó al cuerpo de «Chelo» le dejaron buenos resultados, dado que fueron los que más retumbaron el cuerpo del boricua.
De por sí González ya rehuía del golpeo de Magdaleno, cuando sintió los impactos abajo, empezó a brincotear más.
Pero Magdaleno ya le había tomado la medida y siguió repartiendo castigo.
Entonces en el séptimo asalto sucedió algo extraño. Magdaleno iba dominando el round y lanzó un gancho a la zona blanda. «Chelo» se tiró a la lona, alegando un golpe abajo.
Magdaleno fue enviado a una esquina neutral en tanto el réferi le dio tiempo a González de reponerse para continuar en la pelea. Según el reglamento, el boxeador que recibe un golpe debajo del cinturón tiene hasta cinco minutos para reponerse.
Y los obtuvo, aunque las imágenes posteriores del combate demostraron que el golpe fue legal.
De cualquier manera, «Chelo» decidió que no podía continuar y automáticamente el triunfo se fue del lado de Magdaleno.
Con esa victoria, Magdaleno se convirtió en campeón internacional de peso ligero de la Organización Mundial de Boxeo.