Detectan fallas en protocolo de emergencia en la muerte de Silver King

Han transcurrido cinco meses desde que una trágica noticia ensombreció al mundo luchístico. César González Barrón, mejor conocido como Silver King, falleció tras un infarto al miocardio.

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Esto sucedió durante un evento de Lucha Libre World, en el Roundhose de Londres. Ese día se presentaron dos eventos. En uno, el de matiné, Silver King luchó como Ramsés, el personaje que utilizó en la película Nacho Libre. En el segundo, hubo una campal de la cual resultó un encuentro contra Juventud Guerrera.

El veterano Black Terry, quien fungió como réferi, se tardó demasiado en darse cuenta de la situación. No detuvo el encuentro de inmediato como debió,  incluso cuando Juventud parecía pedírselo con la mirada. Este accionar fue muy criticado, así como el hecho de que los servicios médicos tardaran tanto en auxiliar al gladiador.

De ahí se derivó que las autoridades londineses llevaron a cabo una investigación forense sobre la muerte del luchado mexicano.

De acuerdo con el reporte proporcionado por el Tribunal Rorense de St. Pancras, fue una serie de errores en el protocolo de emergencia, que derivaron en brindar los primeros auxilios de manera tardía, como fundamentales en la causa de su deceso.

«El luchador mexicano César González Barrón, de 51 años de edad, se presentaba en un espectáculo de lucha libre mexicana en el Roundhouse, cuando inesperadamente se derrumbó sobre el ring y murió.

«Desde el momento en que el luchador cayó hasta su fallecimiento debido a un paro cardíaco, transcurrieron varios minutos sin que recibiera el auxilio pertinente. Incluso no fue hasta cinco minutos después de su pérdida de conocimiento que llamaron a una ambulancia y, antes de que llegaran los paramédicos, la RCP (reanimación cardio pulmonar) que le administraron fue ineficaz«.

 

Mary Hassell, jefe forense del caso, señaló:

«Las fallas múltiples en el tratamiento temprano significaron que el luchador perdió la oportunidad de tener el mejor tratamiento posible y perdió la oportunidad de supervivencia que de otra forma se le habría brindado.

 “Cuando hablo de fallas en primeros auxilios, estoy hablando de un error en el protocolo completo, todo el contexto de los primeros auxilios que se ofrecieron. En todos los sentidos hubo una falla en la planificación adecuada para garantizar que todo el mundo supiera lo que estaban haciendo, que los procedimientos fueran los adecuados para que en primer lugar, se identificara de inmediato a una persona que se encontraba mal en el ring».

«La RCP efectiva inmediata asistida por desfibrilador le habría dado al Sr. González Barron una probabilidad significativamente mayor de supervivencia».

 

Por orden del tribunal forense, la Dra. Hassell prepara un informe de prevención que será entregado al organizador de la función y a los directivos del Roundhouse, para evitar estas desgracias. En Londres, como en muchos lugares en el mundo, NO hay una regulación definida u organismo responsable para actuar en caso de emergencias médicas en eventos de este tipo.

Hassell recomendó tener al menos un paramédico en el ringside o  alguien cuya responsabilidad sea asegurar que los luchadores que suban a un ring estén saludables y que cualquier eventualidad sea identificada de inmediato.

La muerte de Silver King fue una consecuencia natural a un enfermedad cardíaca severa, y el desencadenante probable fue un estrés adicional en el corazón del luchador por el ataque. El examen post-mortem mostró que tenía presión arterial alta desde hace mucho tiempo.

El Dr. Alan Bates, otro de los integrantes del equipo forense, quien realizó la autopsia, dijo que el luchador había sufrido un ataque cardíaco previo hace muchos meses al menos o años. Indicó que debido a la evolución de la enfermedad, no se podría decir que hubiera sobrevivido si la reanimación hubiera comenzado de inmediato, pero habría habido una probabilidad significativamente mayor.

Las investigaciones recientes muestran que las posibilidades se supervivencia son amplias si la atención es inmediata. Ésta posibilidad disminuye un 22% conforme pasan los minutos sin la reanimación adecuada.  Después de cuatro a cinco minutos, la posibilidad de supervivencia es cercana a cero.

En el caso de Silver King, la investigación expuso que desde que la ambulancia se detuvo frente a la entrada principal de Roundhouse, hasta que los paramédicos, acompañados por un miembro de seguridad, llegaron junto al cuerpo del gladiador, tardaron de tres a cinco minutos. Ya le habían administrado la RCP, pero las compresiones torácicas fueron mal ejecutadas.

El promotor Rubén Cordero señaló que en el momento del incidente llamó a Katharine Locke, de la compañía First Aid Cover, el servicio de primeros auxilios contratado por el Roundhouse. Locke afirma que nunca le explicaron la naturaleza de la emergencia y cuando fue requerida, pensó que se trataba de algún problema con alguien del público. Al llegar a ringside vio a una persona, que se identificó como médico, intentando la RCP, por lo que ella regresó por un desfribilador, en lo que tardó en ir por el equipo y regresar, Silver King ya había muerto.

De acuerdo con el Tribunal, no estaba definido un plan de emergencia médicas entre la promotora y la administración del recinto. Para Cordero, quien ha organizado funciones desde 2007, deslinda responsabilidad sobre el Roundhouse, pero en realidad esto nunca quedó especificado. Lo que si mencionó es que no pidió exámenes médicos a los luchadores, por lo tanto desconocía el estado de salud de Silver King.

La administración del Roundhouse expresó que no fueron requeridos en las audiencias del Tribunal Forense, pero están dispuestos a revisar sus procedimientos de salud y seguridad y considerar cualquier recomendación en el informe del forense.

 

 

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