La lucha libre, una actividad que siempre se ha visto nutrida por los mitos y leyendas, tiene una curiosa historia que suele ser repetida por los aficionados. Ángel Blanco y Solitario, rivales encarnizados en el ring, compadres en la vida real, hicieron un pacto macabro, en el cual el primero de ellos en morir le revelaría al otro si hay vida después de la muerte.
El 6 de abril de 1986, Roberto González Cruz “El Solitario” fallecía por complicaciones derivadas de una cirugía. Veinte días después, el 26 de abril, José Ángel Vargas “El Ángel Blanco” perdía la vida en un accidente automovilístico. Con el tiempo se creó la historia del supuesto pacto, la cual fue inspirada seguramente por una leyenda idéntica de tiempos de la Colonia.
De cualquier manera, no deja de tener cierta carga poética el que dos personas cercanas fallezcan con tan poco tiempo de por medio. Los dos esposos, el padre y la hija, la abuela y el nieto, los dos hermanos, los dos amigos.
El día de hoy se cumplió nuevamente un suceso similar. Apenas el 3 de diciembre pasado falleció el dramaturgo y periodista Vicente Leñero. El día de hoy lo ha alcanzado Julio Scherer García.
Ambos colegas y amigos de mucho tiempo. Inseparables en sus tiempos en el diario Excélsior, que dirigía Scherer. Incontables las pláticas en el Café “La Habana” reforzaron su amistad y sus ideologías.
Tras el golpe a la cooperativa fraguado por el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, el grupo de Julio Scherer dejó Excélsior. Parecía una estrategia genial por parte de Echeverría para acabar con el periodismo libre, pero le salió el tiro por la culata, pues indirectamente provocó la creación de la revista Proceso, cuyo primer número apareció el 6 de noviembre de 1976.
A través de Proceso se han destapado muchos de los mayores escándalos políticos de México: El “Partenón” del Negro Durazo; la Colina del Perro, de José López Portillo; “el hermano incómodo” que resultó ser Raúl Salinas de Gortari; la intervención de la policía federal en el caso Ayotzinapa.
Proceso se convirtió en inspiración para periodistas, en una escuela virtual sobre ética profesional de esta actividad. En una manera de entender por qué cada elemento periodístico no debe ser tomado a la ligera.
En la edición de Proceso del 6 de noviembre pasado (a 38 años de la aparición del primer número del semanario) se publicó el último texto de Julio Scherer, dedicado a Vicente Leñero. Comenzó recordando las palabras de Leñero cuando éste le informó que le quedaba poco tiempo de vida: “Llegó nuestro tiempo, Julio”.
Descanse en paz don Julio Scherer García.