De trampas y sus exponentes: El rudo en la lucha libre mexicana

Por Alejandra Amezcua

Agresivo, desalmado, violento y traicionero… De estilo punzante, el rudo en la lucha libre suele ser el malo del cuento, el villano que sin código de honor llega a los cuadriláteros pretendiendo salir victorioso sin importar si sus métodos carecen de ética o están fuera del reglamento. Hace que se desborden las pasiones en las arenas, inducen al público a tomar partido, habiendo quienes reprueban el talante de sus bajezas, pero también quienes encuentran la más grata satisfacción con su sádico operar.

Aunque el suyo no sea precisamente el mejor modelo a seguir, la entrega y tesón por conseguir el triunfo a como dé lugar, a veces colocan al rudo en la cima de la popularidad, haciendo que se cumpla sobre la lona un viejo refrán mexicano: Más vale pedir perdón que pedir permiso.

El rudo en la lucha libre mexicana
El rudo en la lucha libre mexicana

El luchador rudo en la lucha libre mexicana representa el lado oscuro


La Real Academia nos dice que Rudo significa: «Tosco, sin pulimento, que no se ajusta a las reglas del arte», pero no menciona la perversidad a la cual siempre hay que hacer frente.

Al igual que los del bando científico, los tramposos también conocen las técnicas de la lucha y las dominan, pero rompiendo con los esquemas tradicionales al aplicar ataques demasiados violentos, castigos prohibidos (picar los ojos, estrangular, morder o recurrir a martinetes y golpes bajos) e incluso atacando a sus rivales con toda clase de objetos o apoyados en intromisiones sorpresivas de aliados no programados, quienes intervienen en los combates “para echar una manita” a sus colegas.

Sillazo - El rudo en la lucha libre mexicana
Sillazo – El rudo en la lucha libre mexicana

Abucheados con rechiflas en las arenas, los rudos gozan con la reprobación colectiva. Provocan berrinches en los aficionados y aficionadas, que, más que molestos, les reclaman con recordatorios maternos y una gran variedad de insultos por maltratar sin misericordia a sus favoritos. El hecho de que el rudo no sepa de lealtades y permanezca todo el tiempo entre venganzas, mantiene vivo el conflicto, pues de las alianzas nacen las divisiones, lo que hace que en la lucha libre las rivalidades estén garantizadas.

El legendario rudo Ray Tigre Ryan
El legendario rudo Ray Tigre Ryan

Se dice que Ray “Tigre” Ryan fue el primer rudo en México


Antes no existían los dos bandos. Tigre Ryan fue el primer descalificado en una lucha, un dudoso honor que le otorgó el réferi Chucho Lomelín en una lucha ante Jack Curtis el 16 de noviembre de 1933. Le siguieron los rudos mexicanos que se volvieron leyendas, como El Murciélago Enmascarado, Lobo Negro, Santo, Ray Mendoza, Gori Guerrero, Alfonso “El Tanque” Dantés y El Perro Aguayo. Sobresale Rodolfo “Cavernario” Galindo, también conocido como el rudo del milenio.

El Cavenario, uno de los más temibles rudos de la lucha libre mexicana
El Cavenario

El Bulldog, El Verdugo, los Hermanos Espanto, El Espectro, René Guajardo y Karloff Lagarde Ángel Blanco, Dr. Wagner, Canek, El «Látigo Lagunero» Fishman, El «Amo del Escándalo» Sangre Chicana, la dinastía completa de Los Villanos, El Pirata Morgan, Apolo y César Dantés… Los Hermanos Dinamita, Love Machine, Eddie Guerrero, entre otros, han derrochado fiereza en los cuadriláteros, y con esa rudeza se han ganado el apelativo por su manera de enfrentar a sus rivales y aferrarse a la victoria. Eso es, el rudo en la lucha libre mexicana.

En la lucha libre los hay rudos... y rudas
En la lucha libre los hay rudos… y rudas
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