El pasado evento Survivor Series logró lo impensable con Bill Goldberg, pues lo que parecía ser una aparición especial para promover el videojuego de WWE, creó algo más, pues Goldberg “emergió como la más grande estrella en la lucha actual”, lo cual enseña que “el axioma de que todo se trata de timing es correcto”. Así lo afirmó Dave Meltzer, el mejor analista luchístico del mundo en la más reciente edición del boletín Wrestling Observer.
Meltzer comparó la actual etapa de Goldberg con la de 2003, cuando The Rock convenció a Vince McMahon de contratarlo para hacer una serie de luchas (finalmente sólo se realizó la primera, donde Goldberg venció a The Rock, pues éste se fue a filmar películas a Hollywood).
“En ese momento, la base de fans de WWE habían sido enseñada a odiar a WCW, y a Goldberg por añadidura. Él había sido la más grande estrella del enemigo, y peor aún, arruinaba la narrativa de que todas las grandes figuras habían surgido de WWE, dado que fue creado en WCW.
“Había resentimiento entre muchos de los fans, y entre la mayoría del talento, debido a que firmó por dinero y fechas limitadas, algo que no se veía en los estándares de ese tiempo. Rock vs. Goldberg, en papel, debió ser algo enorme, pero Rock lo superó en el micrófono y la compañía intentó forzar al personaje de Goldberg a encajar en su visión. Dejó de hacer lo que lo había hecho grande, pues quisieron enseñarle a trabajar en otro estilo.
“En la actualidad hay una base de fans distinta. WCW ya no es la promotora rival a la cual los fans de WWE deben ver como fuera de onda, incompetente y, a veces, amenazadora. WCW es parte de los días gloriosos de la lucha profesional, cuando era algo popular a nivel mainstream, y Goldberg llegó como un acto de nostalgia a quien nadie había visto en una docena de años.
“Goldberg prendió al público de una manera en la que ninguna estrella actual de WWE ha sido capaz, sin importar cuando hayan sido impulsados, y eso es notable debido a las similitudes y diferencias con Dave Bautista en su regreso.
“Batista fue una creación de WWE, con semejanzas físicas a Goldberg, pero regresó en un mal momento, pues los fans querían ver a Daniel Bryan como la estrella principal, y cuando los jefes decretaron que Bryan no era lo suficientemente bueno para esa posición, dándole a Batista el lugar principal de WrestleMania, provocaron el rechazo. Roman Reigns, hasta la actualidad, sigue pagando el precio por ser la elección de la compañía en vez de Daniel Bryan
“Bryan, como luchador, está fuera de la jugada. No hay ningún técnico popular a ningún nivel. John Cena se mantiene, pero no es nuevo ni está persiguiendo el puesto principal, y ni siquiera está luchando en este momento, pero aún si lo estuviera, eso no cambiaría la dinámica.
“Los tres miembros de The Shield son los tres principales técnicos, pero los tres están atascados. Reigns ha sido impulsado como la estrella principal, pero los fans lo han rechazado por años. Seth Rollins tuvo una oportunidad, pero cuando regresó de la cirugía de rodilla y el público lo quería como ídolo, la compañía decidió que fuera rudo, lo atascaron, y para el momento en que el cambio fue hecho, el personaje estaba comprometido. Dean Ambrose pasó años como el técnico de segundo nivel, y cuando Reigns fue suspendido y puesto como el principal, el público no pudo verlo como una estrella de gran calibre. La compañía sabe que tiene comprometidas todas sus figuras, y por eso intentó darle ese lugar a Finn Bálor, quien apenas ganó el título Universal tuvo que alejarse por la lesión en el hombro.
“Así que cuando Goldberg regresó, había un hueco. Él llenó ese hueco porque, a diferencia de todos los demás, con sus líneas de comedia recitadas y personajes claramente falsos, Goldberg llegó como alguien real. No uso las palabras chistosas de WWE, no llegó como alguien fingiendo ser un luchador. Llegó representando a una era luchística diferente, cuando la gente veía a la lucha como algo más real.
“De pronto, un tipo cuya mayor debilidad era, supuestamente, el uso del micrófono, emergió como la persona más efectiva al micrófono en la compañía. No se trató de decir frases ingeniosas, sino simplemente de la habilidad de agradarle a la gente. En una compañía donde se ha fortalecido la idea de que ese tipo de luchadores no funcionan con las audiencias modernas, él demostró lo contrario”.
