Al igual que sucedió con el Bobby Lashley vs. Drew McIntyre, la resolución del estelar de WrestleMania 37 dejó un regusto agridulce entre los aficionados presentes en el Raymond James Stadium de Tampa, porque si bien Roman Reigns, Edge y Daniel Bryan ofrecieron un buen espectáculo en forma de Triple Amenaza con el Campeonato Universal sobre la mesa, no todos estaban preparados para que «The Tribal Chief» retuviera dicho cetro.
«El Show de los Shows» no es un episodio de SmackDown ni un PPV cualquiera, y a lo largo de las décadas, siempre ha dado cabida a los cambios titulares más célebres de la historia de WWE. Especialmente si tiene de fondo la historia de redención de algún técnico favorito del público —como en este caso tuvo las de Edge y Bryan— y se trata del primer evento del elenco principal abierto a asistencia luego de un año distópico, con la positividad a flor de piel ante tan buena noticia en mitad todavía de la pandemia. Motivo de que WrestleMania 37 echase el telón entre considerables abucheos.
► ¿La última WrestleMania de Daniel Bryan?
Casi dos semanas después del magno evento, «The American Dragon» rompe su silencio acerca de dicho choque, a través de una interesante entrevista con BT Sport donde revela que realmente nunca quiso inmiscuirse en las hostilidades que mantenían Reigns y Edge, y que ese añadido le provocó una extraña sensación.
«¿Que cuándo me di cuenta de que sería parte del estelar? ¡No lo sé! Intenté quedarme al margen. Ya era un estelar potente simplemente con ellos dos…
«Fue muy raro. Me llevó bastante tiempo procesar la experiencia porque no fue algo normal. Me sentí fuera de mi cuerpo. Cuando lucho, lo siento todo y siento que disfruto. Esto fue extraño, me sentí como fuera, me sentí desconectado. Fue tan extraño que antes de que empezara el combate, tuve una sensación extraña en plan, ‘oh no, ¿esto es lo que sientes antes de morir? ¿Voy a morir? Hum, bueno, vale’. No sé por qué o cómo sucedió, pero nunca sentí algo así mientras luchaba.
«No he vuelto a verlo. No sé si verlo otra vez me ayudaría a averiguar por qué estuve tan desconectado. Quizás fue una señal de que es hora de dejar de ser luchador a tiempo completo. Esa sensación de estar desconectado, fue como, ‘guau’. Como dije, o es que voy a morirme [risas], o quizás es una señal de que ya no es la misma satisfacción que antes. He intentado meditarlo y hablar con mis amigos, preguntarles, ‘¿qué es esto?’ Mi contrato acaba relativamente pronto. Sigo intentando ver qué hago con mi vida».