En la serie documental de WWE Network ‘Ruthless Aggression‘, estrenada a comienzos de este año, John Cena confesaba la poca estima que siempre sintió por la versión «Spinner» del Campeonato WWE que tuvo casi en posesión durante sus primeros años como cara de la empresa.
Consideración que supimos también compartía Edge, a juzgar por sus declaraciones en el último episodio ‘WWE Untold’, quien también ostentó este curioso diseño.
Ambos esgrimían verlo cual juguete de WWE Shop para los niños, más que como el magno cetro de la mayor empresa de la industria luchística, pese a que su prestigio realmente nunca se viese mermado. Ya saben que los campeones hacen al campeonato, y en este sentido, las rivalidades en torno al Campeonato WWE fueron por lo general notables durante aquella exitosa época.
► WWE y el truco del trueque
A partir de entonces, en teoría las intenciones de la compañía pasaron por evitar que de nuevo la imagen de sus cetros quedaran caricaturizadas. Pero la segunda separación de marcas no supuso una buena noticia, ampliando la cantidad de preseas hasta un número casi absurdo y bautizándolas según la marca a la que pertenecen, con apenas una veta de color como diferenciación.
Y aquí llegamos a lo sucedido durante el último WWE Draft, concretamente este lunes en Raw, cuando se puso punto y final a la sacudida de los elencos y vimos un segmento a todas luces desconcertante.
What is this…a CROSSOVER EPISODE?@TrueKofi & @AustinCreedWins are now your #WWERaw #TagTeamChampions, and The #StreetProfits @AngeloDawkins & @MontezFordWWE are your #SmackDown #TagTeamChampions!@HEELZiggler & @RealRobertRoode had something to say about this! pic.twitter.com/TsaiPUqcgC
— WWE (@WWE) October 13, 2020
Eventualmente, intuía que esta situación podría darse, teniendo en cuenta la poca consistencia de la separación de marcas y el mal momento creativo por el que pasa WWE.
The New Day pasaron a Raw, mientras The Street Profits aterrizaron en SmackDown. Hasta ahí, un movimiento entendible, a fin de que cada marca quedara equilibrada respecto a sus divisiones de parejas. El problema es que ambos equipos continuaban como monarcas. Y si bien la solución lógica, como en numerosas ocasiones hemos visto, era que perdieran sus títulos antes de cambiar de show, WWE no tomó esta decisión.
A cambio, qué mejor que un trueque de campeonatos…
Solución que pone de manifiesto, en primer lugar, la poca valentía creativa de la que aún hace gala McMahonlandia. Y en segundo lugar, un doble menoscabo: a la división de duplas y al propio valor de las correas. Insólitamente, Montez Ford y Angelo Dawkins se convierten por primera vez en Campeones de Parejas SmackDown sin haber competido nunca dentro de la marca azul.
Me pregunto si podría ocurrir lo mismo con los cetros que hoy portan Asuka (Raw) y Bayley (SmackDown), porque el ejemplo de lo sucedido demuestra a los seguidores que resultaría factible bajo los parámetros de WWE, y por extensión, también daña la imagen de la división femenil.
Volviendo a lo expuesto al inicio del artículo, el trabajo de un campeón es el que da importancia al campeonato, y nadie duda del carisma y el buen hacer sobre el ring de The New Day y The Street Profits. No obstante, poco puede hacerse ante decisiones creativas de este nivel.
