Cinco grandes luchas en la carrera de Batista, a 15 años de su debut en WWE

La generación de la Ruthless Agression Era cumple 15 años, y tras John Cena y Randy Orton, Batista fue el siguiente en celebrar el decimoquinto aniversario de su debut en WWE el pasado 9 de mayo. Tres estandartes que curiosamente, nunca se han visto las caras en una Triple Amenaza.

El mismísimo Vince McMahon se encargó de felicitar a Dave vía Twitter, sin duda aprovechando también el tirón de la película Guardianes de la Galaxia Vol. 2, y el todavía luchador no dudó en expresar su deseo de zanjar de una vez por todas la histórica rivalidad con Triple H, su mayor enemigo íntimo. ¿Se intuye un próximo regreso?

Con Hunter, Batista vivió un ascenso a la cumbre de WWE que sólo se vería truncado por una grave lesión en 2006, que puso fin a un excelente reinado como Campeón Mundial de Peso Completo y cara de SmackDown! Pero otros luchadores también marcaron su devenir, sobre todo The Undertaker, con aquel excelente ángulo que mantuvieron durante 2007.

Y es que siempre se ha argumentado en contra de «El Animal» que necesitara de grandes nombres para brillar, pero incluso bajo su última etapa en 2014, fue capaz de ofrecer buenas actuaciones, ayudando a otros talentos como The Shield o Daniel Bryan. Perdió algo de forma y soltura en sus últimos años, pero no puede negarse que ha sido uno de los mejores luchadores de poder de la historia reciente, y su aura de dominancia fue total durante su mejor época, pocas veces igualada por otro luchador.

Así pues, a tenor de los 15 años de su debut, les traigo un Top 5 de grandes luchas en la carrera de Batista, intentando ser bastante amplio de miras e introduciendo variedad en dicho ránking. Es decir, su serie de luchas con HHH y Taker podrían copar toda la lista, pero he decidido realizar una visión más global y representativa.

 

5 – Batista (c) vs. Eddie Guerrero por el Campeonato Mundial de Peso Completo, No Mercy (2005)

Para muchos, quizá esta lucha no reúna la excelencia suficiente para ser incluida, y se achaque su simbolismo respecto a la figura de Eddie, ya que fue su último combate bajo PPV. Y sí, estamos de acuerdo, admito que su inclusión sea en parte un acto de tributo, pero tiene calidad de sobra como para aparecer legítimamente en el top. Por supuesto, no pueden ignorarse todos los acontecimientos que lo rodearon. Desde el interesante ángulo, con un Eddie que coqueteaba con regresar a su papel de rudo, y las líneas que  iban a seguirse después, que implicaban finalmente para él un giro a técnico favorito que quizá lo hubiera devuelto a lo más alto de cara a WrestleMania 22.

Un notable intercambio de cualidades, balanceándose entre la superioridad física de Dave y la técnica y astucia de Guerrero, quien con un gran Frog Splash logró poner en serios apuros al campeón, dejándolo tocado de la espalda durante buena parte del choque. Así, una serie de maniobras de rendición intentaron «domar» sin éxito a «El Animal», hasta que el recurso de la silla apareció en escena y el «Latino Heat» declinó emplearla, para acabar perdiendo minutos después tras una Spinebuster. Con esta victoria, Batista salió airoso del trance de enfrentar a una auténtica leyenda.

 

4 – Batista vs. Randy Orton (c) vs. Daniel Bryan, Triple Amenaza por el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE, WrestleMania XXX

 

Se criticó la futilidad de la última etapa de Batista en WWE hace 3 años y su injusta victoria en el Royal Rumble de 2014, pero la labor del veterano no pudo tacharse de egoísta. Como ya señalé al comienzo del artículo, The Shield y Daniel Bryan vivieron su ascenso gracias a derrotas donde Batista estuvo implicado, y en muchas casos, recibió directamente el conteo. La principal es esta que nos ocupa y que en un principio, iba a ser un simple 1 vs. 1 contra Randy Orton. Las sabidas circunstancias del «Yes Movement!» modificaron los planes, por suerte, y Bryan tuvo su merecido «Momento WrestleMania».

Se evidenciaron ecos de la mítica Triple Amenaza de WrestleMania XX, con Batista en este caso ejerciendo el papel de HHH, con su palmeo para poner punto y final a la batalla. Hay que valorar que pudiera mantener el alto ritmo impuesto por sus dos rivales. Recordemos que el coloso ya sumaba 45 primaveras y venía de una inactividad de casi 4 años (obviando su breve paso por las MMA). Batista dijo vía Twitter en 2016 que sus mayores logros en WWE han sido «poner a tipos arriba» y «devolver favores». Esta lucha que nos ocupa es quizá el mejor ejemplo de ello.

 

3- Batista vs. John Cena, SummerSlam (2008)

 

Probablemente, la mayor victoria en la carrera del protagonista de este ranking, teniendo en cuenta el rival. Una lucha que debió haberse estipulado para la WrestleMania de ese año (donde Batista tuvo un intrascendente choque con Umaga) y que tuvo que esperar hasta dos ediciones después. Al igual que otras decisiones de cartel un tanto inexplicables, no constituyó el estelar de la noche, hueco reservado para un excelente Hell in a Cell entre The Undertaker y Edge. Inexplicable porque ambas figuras estaban en un momento álgido de sus trayectorias, llegando como técnicos al gran evento del verano.

Precisamente por esto último, lo considero el mejor Batista-Cena de toda su serie. La frescura de poder presenciar un técnico vs. técnico es algo a lo que WWE no nos tiene muy acostumbrados, en su vicio de presentarnos casi siempre a la lucha libre de manera maniqueísta. No hace falta asignar unos roles clásicos para causar reacción, y así lo demostró el público del Conseco Fieldhouse de Indianapolis, Indiana. Por fortuna, no se cometió el error de forzar la posición de «babyface» de Cena, y tras un gran intercambio de movimientos característicos, Batista logró llevarse el gato al agua aplicando dos Batista Bombs que elevaron su estatus a la estratosfera.

 

2 – Batista vs. The Undertaker (c), Lucha de Último Hombre en Pie por el Campeonato Mundial de Peso Completo, Backlash (2007)

Ciertos aficionados no son muy del agrado de los «Last Man Standing» debido a la a veces efectista y monótona dinámica que llevan a cabo, pero aquí no pueden argumentar nada de eso. El segundo choque entre Dave y Taker supuso una verdadera evolución en la extensa rivalidad que mantendrían, reversando movimientos y estrategias ya asimiladas en su primer encuentro bajo WrestleMania 23. Efectivamente, dio la sensación de que lo mejor de sus respectivos arsenales fue reservado para la revancha, una de las más brillantemente secuenciadas de los últimos años, emocionante de principio a fin.

Tres Spinebusters seguidas, una guillotina sobre la mesa de comentaristas, golpetazo con las escaleras métálicas para abrir la cabeza del rival, Batista Bomb desde uno de los esquineros… La cantidad de buenas movidas fue siempre complementada con un uso magistral de la cuenta de diez, no llegando aquí a la inverosimilitud de algunas otras luchas. Todo rematado mediante un final espectacular, donde Batista aplicó un Spear desde el escenario de entrada para caer junto a su rival en una zona de equipamiento que saltó por los aires. Luego vendrían una lucha dentro de la  Jaula de Acero, un 1 vs. 1 estándar con Stone Cold de árbitro especial y un Hell in a Cell, pero, bajo mi punto de vista, ninguno fue capaz de elevar el listón.

 

1 – Batista (c) vs. Triple H, Hell in a Cell por el Campeonato Mundial de Peso Completo, Vengeance (2005)

Y tuvo que llegar Batista para que HHH viviera su primera derrota individual dentro de la Celda Infernal. Y qué enorme cantidad de castigo recibió, pues desde luego, pese a ejercer de rudo inferior al técnico, no acabó sucumbiendo sin dar guerra, y así lo reconoció el Universo WWE con una sonora ovación. Diría que estamos ante el Hell in a Cell más brutal de la historia, hazaña no fácil de lograr repasando los antecedentes desde el 5 de octubre de 1997, fecha de aquel Taker-Michaels que inauguró la estipulación.

Imágenes como Batista colgado desde fuera de las cuerdas con una cadena de acero enroscada sobre su cuello, una silla envuelta en alambres de espino directamente a la cabeza de Hunter, o de nuevo el cráneo de este siendo golpeado repetidas veces contra la escalera metálica se han quedado grabadas a fuego en la memoria de los aficionados. Aquí no hubo alardes de técnica, intentando potenciar las grandes condiciones destructoras del campeón, que simbólicamente, logró anular el gran recurso de «El Juego»: su célebre martillo, en la emocionante secuencia final. Durante esta brillante época las grandes rivalidades sí que se sabían cerrar por todo lo alto. A mi juicio, el mejor combate de la carrera de Batista.

 

LA LUCHA SIGUE...
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