La leyenda viviente Goldberg continúa preparándose para su lucha de retiro en la WWE. Cuando suceda, va a ser un momento tremendamente especial, memorable, pero el camino a entonces no está siendo en absoluto de rosas.
Ver esta publicación en Instagram
► La recta final de Goldberg
En un episodio reciente de su pódcast, CarCast, el miembro del Salón de la Fama cuenta:
“Conozco la fecha (de mi combate de retiro). Nadie más la conoce públicamente, y a mi edad, obviamente tienes que hacer muchas cosas diferentes para prepararte para lo que estoy a punto de emprender. Es un territorio desconocido porque no muchas personas de mi edad han hecho esto, y no me voy a presentar solo por presentarme. Tengo que aparecer y ser yo mismo, y últimamente he conectado más conmigo mismo.
Con todas las lesiones y con mi edad, es extremadamente difícil prepararse sin excederse… Me lastimé un par de veces en los últimos tres meses. Pero me contuve, y es muy difícil tener la mentalidad que tengo, pero con el cuerpo que tengo ahora, con todo el desgaste, e ir al gimnasio de Muay Thai, golpear los pads y no volverme loco y terminar reventándome el hombro, el bíceps o tirándome el tendón de la pierna por lanzar una patada alta. Es un equilibrio enorme. He estado en el ring un par de veces. Voy a entrar de nuevo hoy, y es difícil, hermano. Es difícil. Haciendo eso ahí fue el primer día que realmente me sentí bien. Es difícil. Tengo un estándar muy alto que yo mismo me impongo, y 99 de cada 100 veces, es poco realista. Tengo que estar en un lugar específico mental y físicamente para poder lograr lo que estoy por emprender, y es realmente difícil. Muy difícil.
Ver esta publicación en Instagram
O sea, quitando todo lo demás, hablemos solo de comida. Hablemos de cuánto tengo que comer para subir de peso a esta edad, y subir buen peso. No solo en el abdomen. ¡Como ocho veces al día! Y ando sintiéndome como si fuera a vomitar en cualquier momento porque estoy completamente lleno de maldita comida. Tuve que aflojar un poco. Subí buen peso, casi llego a los 270 (libras), y tuve que parar porque ya no podía funcionar. Simplemente no podía. Me sentía horrible, no podía moverme. Me sentía lento, ¿sabes? Así que ajusté un poco la dieta… Jamás volveré a ser como antes, ni por asomo. Pero, ¡maldita sea!, para un tipo de 58 años, voy a estar en una forma física brutal y creo que voy a sorprender a más de uno. Y ojalá que mi rendimiento esté a la altura de mi apariencia, que, bueno, espero que esté bien. Estoy aterrorizado de volver a ponerme ese calzoncillo… esos trunks. Tal vez incluso use otro tipo de trunks, por primera vez en mi vida.
Y hay otro tema: estoy extremadamente limitado por mi rodilla izquierda. No puedo correr. O sea, puedo correr, pero me duele. Así que no voy a empeorar el dolor saliendo a correr. Estoy usando una bicicleta de sprint y haciendo otras cosas para el cardio. El kickboxing no duele tanto porque no hay impacto de correr. Pero vas encontrando formas de adaptarte. El escenario no es perfecto de ninguna manera, así que tienes que buscarle la vuelta. ¡Maldita sea!, estoy lidiando con mi hombro, ese que hace seis meses tú recuerdas que ni siquiera podía levantar (levanta el brazo). Ahora soy bastante fuerte, comparativamente hablando. Es curioso, porque desde que nos mudamos aquí, no había podido usar mi brazo por cinco años. Simplemente no lo usaba porque dolía demasiado, y tuve que volver a entrenarme para hacer cosas normales, cotidianas, y usar mi brazo. Eso es lo que me ha hecho volver: dejar de evitarlo por completo y no permitir que sea una limitación, y obligarme a hacer todo con la mano derecha en vez de, como antes, hacerlo todo con la izquierda… Me volví zurdo de niño porque me rompí el brazo derecho.”