En sí, la nueva tanda de despidos de WWE que se produjo en las últimas horas no sorprendió mucho. La empresa ya venía haciendo muchísimos recortes desde hacía varios meses, incluidos luchadores, empleados y directivos. Sin embargo, decir que la salida de algunas de las Superestrellas enlistadas en el día de hoy fue inesperado es quedarse corto, especialmente cuando hablamos de una auténtica estrella estelar como lo era Braun Strowman para WWE.
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Hace tan sólo unos minutos reportamos que la decisión detrás de terminar el contrato a «El Monstruo entre Hombres» podía tener relación con la elevada cifra que éste había acordado con Vince McMahon a la hora de renegociar su acuerdo tiempo atrás, antes de la pandemia. El dinero ha de ser el problema principal aquí, ya que la charla sobre una posible venta de la compañía, pese a no ser una teoría alocada, hasta el momento no es más que eso: especulación.
► El posible motivo real de los despidos
Se ha dicho mucho que WWE ha estado haciendo limpieza sin necesidad, lo que puede ser una realidad para algunos y algo surrealista para otros. Por una parte, es verdad que que no iban a ir a la quiebra ni iban hacer números en rojo de no haber tomado las medidas que hemos visto en estos tiempos. Las cantidades que la empresa produce en ganancias (solamente con sus tratos televisivos) son astronómicamente superiores a las que podrían llegar a perder hasta en un caso extremo, y mantener a la mayoría de aquellos empleados que dejó ir en este 2021, caso por caso, no habría hecho significantes diferencias financieras.
Según se ha venido rumoreando últimamente, hay un apellido clave en esta discusión, y se trata del Presidente de la WWE. No Vince McMahon, sino Nick Khan.
Khan arribó a la organización hace varios meses atrás con el objetivo de encargarse de la parte «no luchística» de la WWE —en otras palabras, encargarse del aspecto económico y todo lo que eso conlleva, como administrar la expansión o negociar acuerdos de todo tipo, como se dice que está haciendo con New Japan—. Suplantando a George Barrios y Michelle Wilson, Khan llegó pisando fuerte y dispuesto a hacer grandes cambios estructurales dentro de la empresa, ganándose rápidamente el respaldo de un McMahon que hasta este punto se había mostrado mucho más cauteloso con sus medidas, probablemente debido a una visión diferente de sus previos administradores.
Desde el punto de vista de una corporación enorme como lo es WWE, cuanta más ganancia, mejor negocio. Khan, por lo que parece, aconsejó «pasar la escoba» y no sólo recurrir a los recortes presupuestarios que solían ocurrir en las temporadas post-WrestleMania: las medidas también impactaron en las oficinas, con muchas áreas siendo unificadas debido a lo que se entendía como una «redundancia» en algunos puestos. En definitiva, la ola de despidos en los diversos sectores hicieron que, en suma, se «ahorrara» una importante cifra que, a la larga, se verá reflejada en los resultados económicos anuales (y generales).
Sabemos que previo a la aparición del covid-19, WWE había renovado los contratos de varios de sus gladiadores por números desorbitantes a raíz del miedo a que éstos decidieran abandonar el barco y saltar a la flamante nueva grande de la lucha, All Elite Wrestling. No obstante, es evidente que Khan ha logrado cambiar la mentalidad de McMahon: no hay que temer a AEW, pues es más importante retener el dinero que al talento que realmente no hace una gran diferencia, cuando en verdad hay más que suficiente, quizá más del que debería.
De ahí la liberación de tantos nombres. Es evidente que WWE le ha perdido el miedo a AEW, o bien al «qué pasará» cuando éstos emigren de una empresa a la otra. A esta altura está claro que a menos que un Brock Lesnar o un Roman Reigns o un John Cena den el salto —algo que no sucederá, y McMahon se encargará personalmente de ello—, los de Tony Khan no lo tendrán nada fácil a la hora de alcanzar lo que a Vince le incomodaba en un principio: una promoción que le diera dolores de cabeza, como lo fue WCW en algún momento. La visión cambió. Del monopolio, a concentrarse en las ganancias, básicamente.
► ¿Hay más detrás del despido de Braun Strowman?
Y es aquí donde aparece el tema Braun Strowman. Porque decíamos que muchos de los contratos que McMahon negoció personalmente con sus Superestrellas, algunos hasta de cinco años y números que hasta hacía dos años eran impensados, hoy pueden ser vistos como una mala estrategia financiera. Ya no se trata tanto de la pandemia, pues poco a poco ya está volviendo a una especie de «normalidad» dentro los Estados Unidos y la realización de shows con público. Otra vez, todo se reduce a aligerar los números y la creencia de Khan de que menos puede ser más.
De todos los despedidos de este año, Strowman es el que dejó a todos boquiabiertos como no se veía desde hacía mucho tiempo. Y así como es posible que todavía haya más tela por cortar que hasta ahora no sepamos en lo que concierne a su actualidad, también es muy probable que simplemente haya sido una medida puramente económica que hoy, bajo la influencia de Khan, Vince haya decidido tomar, y que en otros tiempos quizá ni se le hubiera cruzado por la cabeza.
Con la vuelta de WWE a la carretera, es posible que se haya querido hacer aun más recortes. Como ya se ha dado a conocer, dada la cancelación de todos los eventos no televisados por el coronavirus, WWE se dio cuenta de que estaba perdiendo dinero en ellos cuando se hicieron los balances de fin de año. Como resultado, lograron otro récord histórico de ingresos en 2020.
Pero debido a su inmensidad, WWE no puede quedarse quieta en el Thunderdome por siempre, y por eso es que volverá pronto a hacer shows por todo el país, aunque probablemente bajo un calendario no tan intenso. Son esas pérdidas que tanta diferencia hicieron las que también influyeron en tantos movimientos.
Esto reportó Sean Ross Sapp de Fightful respecto a este tema:
«La liberación de Braun Strowman probablemente haya sido sorprendente para los fans, pero no pareció ser así para el talento cercano. Muchos con los que hablamos nos dijeron que el contrato de Strowman, que firmó en 2019, era un ‘acuerdo monstruoso’, y que él sabía bastante de su valor a la hora de renegociar con la compañía. Su acuerdo se selló en el verano de 2019 y se renovó hasta bien entrado el 2023, por, según fuentes de WWE, más de un millón de dólares. Se dijo que Strowman había sido muy privado en cuanto a su renovación hasta el momento en que firmó».
Ahí lo tienen, detallado y sin vueltas.
► Braun Strowman y su frustración en WWE
Hace un par de meses atrás, desde Cuadrilátero hicimos un repaso de las 9 Superestrellas actuales que pensaron en renunciar a WWE. Sorpresa, sorpresa, el nombre de Strowman figuraba dentro de la lista. ¿Cómo y cuándo transcurrió? Esto escribimos en su momento, con declaraciones del propio ex Campeón Universal incluidas:
«¿El contexto? Enero de 2019, post-Royal Rumble. Braun Strowman no estaba feliz con su situación en WWE y después de meses mordiéndose la lengua para no hablar, tuvo un punto de inflexión en el que no pudo más y se dirigió directo hacia el mandamás. Así fluyó la conversación, de acuerdo a lo que le contó a Sam Roberts:
«Llegué a un punto en que estaba muy frustrado por cómo iban las cosas. Llamé a Vince y le dije, ‘Vince, ¿qué está pasando? Me siento miserable’. Y él me explicó, ‘mira, grandulón, quiero tenerte aquí al largo plazo. No importa lo que estés haciendo ahora, me importa lo que estés haciendo en los próximos diez años. He invertido en ti y eres uno de los míos. No te preocupes, estarás bien’.
«Antes de eso, no te miento, fui a la reunión de producción un día y pensé para mis adentros, ‘listo, ya tuve suficiente’. Estaba enojado por todo. [Vince] sacó a todos de la sala, esto fue un par de horas antes de Raw… y me habló por 45 minutos, hombre a hombre, y me abrio los ojos al punto de hacerme pensar, ‘bueno, no sé ni para qué me preocupé’.»
► Braun Strowman y cómo era «su propio enemigo»
Pero así como Strowman tuvo sus frustraciones —como seguramente las tuvieron muchas de las Superestrellas que todavía siguen a día de hoy y las superaron, algo que no sabemos si sucedió con él—, también hubo ocasiones en que internamente Strowman frustró a compañeros o altos directivos. Basta con echar un vistazo a este reporte de SÚPER LUCHAS del 15 de noviembre de 2018:
«Suele suceder que nos hacemos una imagen de cómo son las Superestrellas WWE tras bambalinas, ya sin las cámaras siguiéndolos, cuando en verdad resultan tener una actitud que dista de ser la pensada. Pocos imaginaron de la mala fama de Enzo Amore, y cuando un ex entrenador lo calificó como «un dolor de cabeza», se lo pasó por alto.
«Y como la gran mayoría del elenco se maneja con respeto y generosidad, nos sorprendemos al enterarnos de que hay una ‘oveja negra’.Braun Strowman ha sido el último señalado, obra del periodista Mike Johnson:
“Una de las cosas que escuché de varias personas, estamos hablando de cuatro personas diferentes, es que hay momentos en que Strowman es negligente cuando se trata de llegar a tiempo…
«También tiene fama de irse un poco antes y, a veces, comete errores en cuanto a cómo viste. En ocasiones, me dijo una persona, él mismo es su peor enemigo. Están impulsándolo y cualquiera pensaría que el próximo paso es que sea el eje central de la empresa».
Parece ser que en ocasiones se descontrola, como aquella oportunidad en que tuvo un confuso pleito con la ex mujer de Kurt Angle, pero, y siempre desde la especulación, se podría creer que todo se reduce a la frase ‘por momentos es su peor enemigo’.
En cuanto a su empuje, se ha visto cómo con los años fue perdiendo el brillo que ganó en un punto de su carrera. Con la llegada de Omos y otros gigantes a WWE —que seguramente han de tener un salario tres veces más reducido—, es posible que McMahon haya sido más receptivo a la idea de dejarlo ir. De hecho, la compañía ha vuelto a cambiar su enfoque en el scouting para volver a centrar su atención en los atletas más grandes. Y de todas formas, viene al caso esta descripción:
«Históricamente, el gigante ha sido visto como una “atracción” —de ahí que el barbudo aún no haya saboreado un Campeonato Mundial—y no suele dar buenos números estando a la cabeza. Y sucedió hasta con el más grande de todos, el Undertaker.
«Y es que, por naturaleza, tienen sus fortalezas que son pocas veces vistas, pero a su vez tienen puntos en contra que los restringe a cruzar un cierto límite, especialmente desde lo físico. Un reporte de hace unos meses arrojó que el ex Wyatt siquiera entra en las cinco Superestrellas que más mercancía mueven, un dato no muy alentador».