Después de poner en duda la legitimidad de la lucha libre, Ronda Rousey cayó frente a Becky Lynch en WrestleMania 35 precisamente con el toque de espaldas universal, una de las movidas más antiguas de esta disciplina. Una brillante conclusión para el estelar del magno evento desde la perspectiva del conocedor, sin duda. Pero quizás no tan apropiada para un evento donde el espectador casual es mayoría. Porque lo cierto es que ese toque de espaldas no lució tan contundente como se espera del primer estelar femenil de la historia de WM. Pero «The Man» quiso poner fin a cualquier especulación.
Durante unas declaraciones concedidas al podcast Gorilla Position, la irlandesa, además, reveló una charla con Vince McMahon tras bastidores después de su victoria.
«Me alegra haberla vencido con un movimiento de lucha libre, luego de que hablase así… de que insultara a mi industria. Ella insultó a mi industria y la vencí con una movida de lucha libre. Eso es lo que todos tenemos que saber. El árbitro contó tres y me convertí en ‘Becky Two Belts’.
«Vince McMahon me dijo que estaba muy orgulloso de nosotras. Le dije, ‘ahora soy ‘The Man’, Vince’. Y él me respondió, ‘Pues sí'».
Todo, cuando Fightful publicó que el «Chairman» se mostró muy enfadado por la conclusión de la Triple Amenaza. Al parecer, consideró que la cuenta debió repetirse, pues los hombros de Rousey no tocaron completamente la lona durante los tres segundos. Un reporte desechable, pues quedó claro que esa manera de batir a «Rowdy» venía motivada a fin de justificar una potencial revancha entre esta y Lynch. Y ni mucho menos resulta creíble que el árbitro fuese multado.
Una revancha de momento tendrá que esperar. Primeramente, a causa de que la mano derecha de Ronda sufre una severa fractura. Y en segundo lugar, porque parece que la ex-Campeona Raw se tomará unos meses libres de «asuntos propios». Los últimos informes hablan de que Rousey estaría de vuelta de cara al próximo SummerSlam o ya en vistas a Royal Rumble.
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