Becky Lynch: «El público recuerda las historias, no las acrobacias»

En otras etapas de WWE, buenos combates y narrativa, con mayor o menor fortuna, eran dos factores que podían convivir. De ahí que a lo largo de su historia, casi todas las grandes luchas de McMahonlandia hayan tenido un trasfondo a la altura. Siempre quedará incrustado en mi memorabilia, por citar un ejemplo, el apoteósico Shawn Michaels vs. The Undertaker de WrestleMania XXVI

Pero parece que en 2021, y en pos de reverdecer glorias de antaño, ese equilibrio se verá un tanto roto. Comienza a quedar patente en la nueva NXT, donde anoche, sin ir más lejos, el que prometía ser un soberbio combate por la calidad de sus implicados, Kushida vs. Roderick Strong, apenas sobrepasó los cinco minutos de duración. 

Vince McMahon buscaría distanciarse de la fórmula que Triple H quiso emplear para salir victorioso (sin éxito) de las «Wednesday Night Wars»: competir contra AEW con similares armas que esta empresa. Una apuesta por Superestrellas cuyo punto fuerte descansa en la destreza técnica sobre el ring que ya no constituirá el libro de estilo de NXT

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► Becky Lynch, la contadora de historias

Claro está, el problema llega cuando ni siquiera tu narrativa es de calidad, algo que sucede hoy día con buena parte del producto que ofrece WWE, compañía que durante los 80 —su denominada «Golden Era»— nunca destacó por combates de cinco estrellas, pero que sin embargo, consiguió auparse a la cima de la industria estadounidense gracias a figuras como André el Gigante o Hulk Hogan

¿Podría conquistarse hoy día al gran público sólo con grandes personajes y rivalidades, o este se ha vuelto más exigente? En cualquier caso, Becky Lynch reivindica así la narrativa bajo su reciente entrevista concedida a Metro

«Hay muchas lecciones. Una, creo, es que la conexión con el público es lo más importante. Es más importante que los movimientos, es más importante que cualquier cosa, poder conectar con la audiencia. Creo que una de las cosas que más tuve claro al principio, ya fuese o no buena en ello, era poder conectar con la audiencia. 

«Y dos, es que la historia está por encima de todo. Creo que a veces, como luchadores que nos gusta la lucha libre, queremos tener un combate sin tener en cuenta la historia. ¿Tiene sentido eso¿ A veces puede complicar las cosas. Y realmente, lo que todo el mundo recuerda son las historias, no los movimientos. No las acrobacias. No los Canadian Destroyers. Es una historia, y cómo la historia te hace sentir. Y es lo que hacemos, contamos historias. Creo que aprendí bastante pronto que eso es más importante». 

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