La luchadora inglesa Bea Priestley está siendo intimidada en línea; esto podría deberse a los señalamientos que la implican en las acusaciones a su pareja, Will Ospreay, en el movimiento #SpeakingOut.
Como recordarán, el verano pasado, Will Ospreay fue objeto de controversia durante el movimiento #SpeakingOut, cuando fue acusado de chantajear a la luchadora británica Pollyanna, quien se retiró del negocio de la lucha libre en diciembre de 2016. Pollyanna había acusado a un amigo de Ospreay, Scott Wainwright, de agresión sexual.
Además, Pollyanna acusó a Bea Priestley de bullying y de quitarle un personaje luchístico valiéndose de artimañas y de sus conexiones y junto con Ospreay, la bloquearon de un evento para el cual había sido contratada. Ospreay optó por alejarse de sus redes sociales y un mes más tarde difundió un comunicado a manera de disculpa que no convenció del todo a los aficionados.
Tras esta denuncia, AEW dio por terminada la relación laboral que tenía con Priestley, aunque la empresa no fue clara en los motivos del despido.
A su arribo a Japón, a mediados de septiembre, con motivo de su reincorporación a NJPW por su participación en el torneo G1 Climax, Ospreay optó por cerrar su cuenta de Twitter, por lo que las personas que lo han cuestionado y criticado han centrado sus ataques en Priestley.
Lo peor del asunto, es que esos ataques se ha vuelto virales, señalándola como una mala persona, que desean su muerte o que se mate, remitiéndonos de inmediato al triste caso de Hana Kimura y el acoso cibernético que sufrió por parte de los fanáticos del reality show Terrace House.
Incluso Stardom abordó la situación mediante un Tweet en su cuenta en inglés (que después borró) cuestionando a los aficionados si no ha habido suficientes tragedias últimamente y que no habían aprendido nada después de la trágica muerte de Kimura en enero. Por cierto, Bea Priestley, era una de las mejores amigas de la fallecida luchadora japonesa.
