Francisco Vargas no peleaba desde la pelea en la que perdió el cinturón ante Miguel «Alacrán» Berchelt.
El «Bandido» decidió descansar para dejar sanar las heridas de sus párpados y reconsiderar su carrera, pues esas lesiones son muy delicadas.
Luego volvió al gimnasio y eventualmente al cuadrilátero.
Para este evento enfrentó a Stephen Smith, un rival que le dio batalla hasta que Vargas determinó que era suficiente.
Vargas estuvo un poco lento al inicio pero lo que le ayudó más fue la decisión con la que se plantó en el ring.
Eso y su incomparable poder de puños. Además le ayudó bastante el que supo leer la contienda para poder neutralizar los ataques de Smith, que fueron de más a menos en tanto Vargas se crecía cada vez más en la contienda.
Luego Smith sufrió una herida en la oreja. La oreja de Smith se partió ý el sangrado se volvió incesante.
El réferi lo envió a revisión médica y se determinó que Smith ya no podría mantenerse en el combate.
Luego se determinó que el triunfo correspondía a Vargas, quien vuelve a la senda del triunfo como serio contendiente al cinturón de peso superpluma del Consejo Mundial de Boxeo, mismo que fue suyo hasta enero de este año.
A pesar del trajín de la pelea, Vargas no salió cortado de los párpados, señal de una mejora de su defensa y/o del proceso de sanación de sus heridas, lo cual es un buen signo para la carrera de Vargas.