Austin Aries hizo su regreso a la lucha libre profesional en febrero tras una ausencia prologada desde noviembre de 2019 para tener tres luchas como independiente en Global Syndicate Wrestling y SOAR Championship Wrestling. No tuvo mucha acción pero aún así lanzaba estas palabras posicionándose a sí mismo como el rudo más importante del mundo antes de alejarse de los encordados en agosto.
«He luchado una vez en los últimos 18 meses y todavía sigo siendo el más grande rudo de la lucha libre profesional. Nadie es capaz de crear más controversia haciendo menos que yo. Algunos de ustedes, niños indies, deberían estar tomando notas en lugar de andarse atacando entre ustedes detrás de sus teclados».
► Lo difícil de ser rudo en el presente
UnSkripted lo entrevistó recientemente para conocer detalles de su retorno pero también para preguntarle sobre cómo se vive la rudeza en la lucha libre actual. Austin Aries cree que ahora es más complicado porque los fans tienen mucho más acceso a los luchadores. Y parece decir que el haber buscado él mantener la rudeza fuera de las cámaras le ha pasado factura con respecto a cómo lo perciben los fanáticos.
«Las cosas cambian. Las culturas han cambiado y los negocios han cambiado. Cuando entré, fui entrenado por Eddie Sharkey, que es de la vieja escuela. Así que la mentalidad era que cuando salía por la puerta, tenía que asumir el papel. E incluso cuando terminaba el show, si estaba en el bar después o si los fanáticos me veían en una estación de servicio, tenía que entregarles esa actitud de rudo. Quería que lo creyeran.
«Creo que hoy en día es difícil desde que rompimos la cuarta pared y abrimos el telón y no sé si a alguien le hace un favor mantener esta persona para hacer que la gente realmente crea, porque una vez que realmente creen, colorea tu reputación un un poquito«.
