La leyenda de WWE, Undertaker, más conocido como Mark Calaway tras colgar los guantes de manera definitiva en la pasada WrestleMania, se ha abierto y ha querido hacer público detalles acerca de su viaje en la fe y explicó cómo estaba «asustado por el rechazo» al no haber vivido una «vida religiosa» durante muchos años.
En una reciente entrevista concedida a la revista Sorted Undertaker confesó, entre otras muchas cosas que creía en Dios, pero no invirtió en una vida religiosa porque tenía demasiado miedo del rechazo.
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»Yo era una de esas personas que iba por la vida listas para expirar mis pecados y ‘esconder’ mis crímenes bajo la alfombra porque tenía demasiado de airearlos y reconocerlos públicamente. Es como cuando no pides salir a esa hermosa chica porque el miedo a ser rechazado es demasiado grande y la vergüenza demasiado dañina. Es menos dañino no preguntar, al igual que para mí, era menos dañino creer desde la distancia.
»Sabía que invertir en Dios significaba apresar una serie de demonios y tener que aceptar cosas que había hecho en el pasado, y ese es un miedo mayor, como persona, que el que alguna vez tuve en el ring».
El llamado ‘Phenom’ se retiró oficialmente de la lucha profesional después de su ‘Boneyard Match‘ contra AJ Styles en ‘WrestleMania 36′ en 2020, y fue incluido en el Salón de la Fama de WWE a principios de este mes como uno de los nombres más respetados en el negocio. Más de 30años le contemplan y tiene un legado a sus espaldas que nunca será igualado por nadie. Mark siguió reflexionando:
«El respeto en la lucha libre no se gana en el ring, lo creas o no, se trata más de cómo gestionas todo lo que te ocurre cuando estás fuera de él. Tiene que ver con cómo tratas a otras personas, cómo interactúas con ellos y ese tipo de confidencias que os hacéis al bajar del cuadrilátero. Hay suficiente ira y agresión flotando sobre el lugar cuando se encienden las luces, ¡tampoco lo necesitas en las interacciones cotidianas! Me siento bien. Me siento feliz, más feliz que nunca en mi vida. Tengo mucho camino por recorrer, pero ya he ido más lejos de lo que nunca me he sentido».
La vida de Undertaker dio un giro radical cuando conoció a la que es su esposa en la actualidad, la también Superestrella de WWE, Michelle McCool, con la que tiene dos hijos. Fue ella la «culpable» de iniciar a Undertaker en la fe y de que el «Deadman» profundizara hasta el punto de hacerse un habitual en reuniones y misas de domingo. Gran parte de esta nueva vida se pudo ver y escuchar durante el discurso de aceptación del Salón de la Fama en el que contó varias de las anécdotas que hicieron de su familia un núcleo indivisible y duradero.