Aquellas batallas mexicanas en el Olympic Auditorium. Parte 5 y final: JC Chávez y su consagración.

Como ya se comentó, un excelente grupo creativo está organizando un documental sobre el Olympic Auditorium de Los Ángeles, casa de mil hazañas deportivas, aquí algunas de las realizadas por mexicanos.

Las leyendas del César y el nuevo Niño Dorado comenzaron en el Olympic.

En tiempos modernos , destacan dos momentos importantes para el boxeo mexicano y mexico-estadounidense en el Olympic Auditorium de Los Ángeles: Julio César Chávez y Oscar de la Hoya.

El hoy promotor, Oscar de la Hoya tuvo su primer título profesional el 5 de marzo de 1993, cuando le disputó al noruego Jimmy Bredahl el Campeonato Mundial de Peso Súper Pluma OMB. En una velada aun recordada por la comunidad chicana. Oscar, siempre emparentado con las dos nacionalidades salió para su primer gran noche con las banderas de ambos países ante un Auditorium que sólo pudo reunir a 6 mil aficionados para el primer gran paso del que en honor a Art Aragón también recibió el nombre de Golden Boy. Como dato curioso, tanto Vicente, abuelo de Oscar, y Joel, su padre, también llegaron a pelear en el Olympic. Así el cariño de Oscar por el inmueble es tal que a la primera oportunidad que tuvo lo adoptó como una de sus casas para su promotora, y donde ha llevado carteles modestos con talento local para foguear a los jóvenes.

Sin embargo, el que quizá sea el combate más grande del Olympic Auditorium, fue el choque de dos mexicanos, que llegaban bien colocados en el ranking mundial, pero sin mucho cartel internacional. Ambos llegaron con mucha hambre de triunfo dando un combate por demás épico:

El 13 de septiembre de 1984 se daba un encuentro entre los rankeados uno y dos del mundo para disputarse el Campeonato Mundial de Peso Super Pluma CMB, pues Héctor “Macho” Camacho había dejado vacante la corona al subir a la división de los ligeros. Los elegidos eran el tapatío Mario “Azabache” Martínez y el sonorense Julio César Chávez. Los asistentes, en su mayoría de ascendencia mexicana, abarrotaron el Auditorium por el choque entre connacionales y las fiestas patrias. La pelea es una de las más encarnizadas de la historia moderna, pues los dos salieron a fajarse y determinar en qué puños había más poder.

El “Azabache” recordó el año pasado, en el treinta aniversario de la pelea, en una entrevista para ESPN de esta forma esa noche:

Mario "Azabache" Martínez 30 años después de la batalla que lo definió. Foto ESPN
Mario «Azabache» Martínez 30 años después de la batalla que lo definió. Foto ESPN

“Yo era número uno, había tenido tres peleas en Los Ángeles seguidas y las gané todas por nocaut, primero a Donny Brooks, luego a Roberto Castañón y al filipino Rolando Navarret. Se suponía que la pelea por el título iba a ser con Héctor ‘Macho’ Camacho, pero decidió irse a peso ligero, y entonces me tocó ir con Chávez.

«La pelea fue en Los Ángeles. Ya la gente me conocía por mis nocauts. Chávez demostró ser un buen Campeón del Mundo, nunca se me dio una revancha; yo a esa pelea subí con una herida fresca por un corte que me hizo Rolando Navarrete. Con Julio se me volvió a abrir, pero más allá de eso, me mandaron a entrenar a México con Tony Flores, luego me fui a Los Ángeles y a Guadalajara, pero bueno, no hay pretextos, no fue mi noche.

“No se me hizo que pegaba duro, era muy consistente en el golpeo, no dejaba de tirar golpes, siempre encima, pero un peleador de pegada no era. Nos fajamos, nunca sentí un golpe que me desconectara y me pusiera mal, me cansé, la hemorragia no me dejó respirar. Ya lleno de sangre, no era nada peligroso. El réferi la paró, dijo que ya no era necesario. Simplemente la paró y todavía lo recuerdo.

«Además, en ese tiempo no se ganaba lo que ahora. Por la pelea con Chávez me pagaron 25 mil dólares y aparte ahí tuve que pagarle a mi manager más los impuestos. A Chávez creo que le pagaron 40 mil dólares y se suponía que yo era el conocido. Al menos me queda la dicha de que siempre estoy bien, que la gente me recuerda, que siempre ando con la frente en alto porque lo di todo en el ring. Es el orgullo que me queda”.

 

Por su parte, el César del Boxeo, recordó por esas mismas fechas esa pelea:

Un joven Julio César Chávez en el pesaje previo a su primer pelea de Campeonato Mundial en 1984. Foto AP

“Es increíble, ya estoy viejo la verdad, pero sí la verdad fue una fecha memorable para mí, ha sido el día más importante de mi vida como peleador, a pesar de que después tuve muchos triunfos, la verdad es que esa fecha fue increíble porque nadie creía en mí, no era conocido, y el haberme coronado Campeón del Mundo fue algo increíble.

“El recibimiento que tuve en Culiacán, Sinaloa, fue increíble, nunca lo voy a olvidar, porque imagínate siendo yo un desconocido, llego a Culiacán y todo Culiacán esperándome en el aeropuerto, paseándome por toda la ciudad, fue algo increíble, algo que nunca voy a olvidar. Me cambió la vida… De ahí para adelante ya no tuve privacidad, fue algo muy difícil para mí pero a la vez muy bonito también.

“Mario era un peleador muy bravo, que aguantaba y pegaba, muy valiente, ha sido una de las peleas más difíciles de mi carrera, pero pues entonces yo tenía mucha hambre y eso fue lo que me sacó adelante. Ese día nació el ‘Gran Campeón Mexicano’”.

https://www.youtube.com/watch?v=xy2AFF4mxk4

 

Y así como este pequeño recuento, hay muchas más historias que esperamos ver en el documental que se estrenará en 2016, haga justicia a tan inmortal recinto.

Si quieres leer la primera parte está disponible aquí. La segunda aquí, la tercera aquí, la cuarta aquí.  

 

LA LUCHA SIGUE...
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