Antonio Lozada le quita el invicto a Félix Verdejo

Antonio Lozada se llevó el silencio del Madison Square Garden al vencer por nocaut técnico a Félix Verdejo.

(Este es un texto de opinión que no precisamente representa la forma de pensar de Súper Luchas)

No era para menos. Nueva York es sucursal boricua, lo ha sido por años. Los connacionales de Verdejo se reunieron para verlo regresar a los encordados y querían verlo ganar.

Pero perdió y de qué modo.

Tal vez (especulación) ni el propio Antonio Lozada se esperaba mandar al piso a Verdejo, pero eso le valió haber sido ovacionado en los medios internacionales (y en redes sociales) por ese logro.

No es sencillo combatir y ganar de manera tan contundente ante un «local».

Pero, ¿cómo lo hizo?

El boxeo de Lozada fue como el trabajo de un obrero. Y lo digo sin el menor asomo de buscar demeritar o hacer parecer que su boxeo fue de baja calidad. A lo que me refiero es que llevó a fondo sus conocimientos y consistencia de golpeo para desarmar a Verdejo.

A Félix lo han vendido desde su debut como el «próximo ‘Tito’ Trinidad». En primera es un título muy pesado para alguien que debutó a los 18 años y que a sus 24 actuales ha demostrado que le queda grande.

Sucede que Verdejo tiene cualidades, habilidad, talento… pero se ha quedado corto en el trabajo duro y disciplina.

Desde su pelea con Iván Nájera se notó cómo se le atragantan los peleadores constantes. Ahí al menos Félix contaba con mejor forma.

Pero desde ese momento se le notó el estancamiento.

Luego le sucedió el accidente en moto.

14 meses fuera del ring, tiempo que habría podido parecer suficiente para detectar sus fallos y trabajar para corregirlos. Pero no sucedió.

Vaya, adaptar al cuerpo a una nueva forma o estrategia no debe ser sencillo (doy fe), pero en la pelea ante Lozada se le vio partir de donde se quedó: un boxeador fuerte que se les va como avalancha a los rivales pero que a medio camino se queda sin gas.

Pero Antonio Lozada no actuó así. Hizo una estrategia completa para los 12 rounds y buscó la manera de aguantar el primer embate de Verdejo para cerrar con fuerza y asegurarse de que no habría un segundo aire del puertorriqueño.

A eso va lo del trabajo de obrero. Golpe a golpe, consistente, con una jornada bien trazada de fuerza bruta enfocada a una sola cosa: derrotar a Félix Verdejo.

Y lo logró.

Lozada no subió al ring con la misma atención sobre él como la había sobre Verdejo pero con lo que hizo anoche demostró que la disciplina puede vencer al talento.

La cara de Verdejo siendo vapuleado una y otra vez, yendo a la lona y la mirada desorbitada a la hora de reclamarle la detención del combate al réferi lo dicen todo.

La noche fue de Antonio Lozada, entera.

Un talento que en Verdejo sobra y que aún tiene manera de hacer brillar y de hacer valer si corrige todos esos detalles que lo han mantenido encerrado bajo el mote de «prospecto» pero que no lo han dejado crecer y avanzar.

*Imágenes de Baja Boxing y Top Rank

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