Sor Rungvisai derrota al "Chocolatito" González

Román González llegó al Madison Square Garden como campeón de peso supermosca del Consejo Mundial de Boxeo.

Srisaket Sor Rungvisai o Wisaksil Wangek (por razones que investigaremos pronto este hombre aparece con dos nombres) fue su contrincante y se tenía una expectativa reservada de su poder porque la pelea importante de su carrera hasta antes de subir al ring fue ante Carlos Cuadras y no llegó al fin porque se detuvo por recomendación médica.

Pues bien, el tailandés sabía que debía subir a sorprender porque de otro modo no sería capaz de salir siquiera de pie del ring.

Entonces desde el momento uno, Wangek se le echó encima al «Chocolatito» con todo el pode que llevaba. Le repartió golpes arriba y abajo. No tardó en darle resultado.

Por primera vez en su carrera, González se fue a la lona producto de un golpe al cuerpo. Román hizo dos intentos por levantarse antes de recuperar la vertical.

El tailandés supo que había logrado doblar a Román y se lanzó sobre él con muchos golpes.

Esa fue la fórmula del tailandés, trabajar todo el round, sin darle espacio a Román. Al inicio de la contienda un choque de cabezas le provocó un corte a González en la ceja izquierda y también de ahí aprovechó Wangek, pues le colocaba golpes para lastimarlo más o entraba con la cabeza para estrellarse en la herida.

González despertó más o menos en el cuarto round, cuando empezó a ser más móvil por el ring y a ejercer presión con combinaciones a la cara.

Sin embargo, hubo algo de la fórmula de Román que no funcionó. Recibió muchos golpes. Y eso que la puntería del tailandés no era la más acertada. Aprovechó bien el espacio que le daba Wangek cuando se detenía (al parecer por cansancio) y bajaba las revoluciones, entonces el nicaragüense lanzó sus combinaciones acertadas. Normalmente en el último minuto del round.

A destacar que el tailandés fue muy listo al buscar el abrazo cuando sentía que estaba a punto de caer. También salió por piernas cuando se sentía en peligro. A pesar de ello, con todo y que el «Chocolatito» también se veía cansado y además estaba herido, lo siguió hasta que lograba conectarlo. Entonces el tailandés usó la cabeza, aunque no de la manera deseada: volvió a chocar a Román y hasta ese momento, el réferi le sacó un punto. Un punto luego de varios impactos.

El cierre fue fenomenal y sangriento porque ninguno dejó de soltar golpes, ya sin importar no la guardia ni la estrategia.

El resultado tras la campanada final no era lo que se esperaba: un empate y dos tarjetas a favor del nuevo campeón Srisaket Sor Rungvisai/Wisaksil Wangek.