ALL IN, el evento que sin que lo supiésemos, originó AEW

Quien no admita que All Elite Wrestling tiene todas las papeletas para situarse en el podio de las más grandes compañías de lucha libre de todos los tiempos, se engaña a sí mismo. Básicamente, todo se reduce a su gran trato televisivo, una base de aficionados que parece interminable (basándonos en los constantes sold outs), un elenco nutrido y rico en calidad, y mucho, mucho dinero invertido y por invertir.

Sin embargo, si volviésemos en el tiempo un año y nos situásemos en la fecha actual, nos ubicaríamos en un territorio donde una WWE absolutamente placentera no se sentía presionada por un gran producto, donde NJPW y Ring of Honor ganaban territorio pero no terminaba de suponer una amenaza, pero sobre todo, donde tres personas daban un enorme paso adelante en representación de la lucha independiente.

Embed from Getty Images

Sería mucho más grande que eso, no obstante: ALL IN, sin que el mundo lo supiera, iba a ser la prueba de fuego, la final antes de la decisión. Un tal Tony Khan se encontraba en primera fila, maravillado ante lo que veía. Su idea, llevar a cabo una compañía de lucha libre, aquella que soñaba materializar desde pequeño, finalmente podría ver la luz. Este show era la prueba de que había con qué. La velada ocurrió, impactó. Las charlas comenzaron. La idea se propuso. Meses después, nacía All Elite Wrestling.

La historia no contada detrás de All In

Todos dentro


Todo inició con un tweet. O al menos los impulsó. Dave Meltzer comentó que dudaba de que un evento independiente, organizado por quien fuese, llenara una arena con diez mil butacas. Cody respondió con un «reto aceptado». Pero ya lo venía pensando desde hacía unos meses en compañía de los Young Bucks: un show sin precedentes donde se reuniría la élite indy, promocionado sólo por ellos tres, con inversiones exclusivamente provenientes de sus bolsillos y la necesidad de suerte consigo mismo.

La confianza para ceder ante esta idea llegó con el gran éxito del Bullet Club y el particular momento que estaba atravesando la escena. Pero si le preguntabas a ellos, su canal de YouTube Being the Elite y aquella invasión en las afueras de Monday Night Raw fueron la gota que colmó el vaso y jugó el papel protagónico en todo esto.

¿El nombre? ALL IN. Un término —que entre discusiones sobre cómo debería llamarse el evento, fue sugerido por la hermana de Cody—que no sólo hacía alusión a la inclusión, sino que también reflejaba el paso adelante del circuito y la realidad que se estaba viviendo: no era necesario pasar al mainstream para hacer dinero y vivir cómodamente de la lucha libre. 

https://www.youtube.com/watch?v=hUmSX7zkxfQ?controls=0&showinfo=0

Antes de hacerlo oficial, y pese a dejar pistas de tanto en tanto, pensaron en buscar sponsors. Sin embargo, pronto se darían cuenta de que lo mejor era que lo organizaran por su cuenta. Financiarlo no era un problema; mal no les iba económicamente y el trabajo no les faltaba. Pero que era un movimiento arriesgado, no había duda. Y así se los hicieron saber los oficiales de ROH y NJPW.

Técnicamente, al hacer este show estarían violando las reglas contractuales, ya que tanto los hermanos como «La Pesadilla Americana» estaban sujetos a contratos exclusivos. Lo que hablaba muy bien de sus empleadores y las libertades que les otorgaban.

Ni siquiera ambas compañías asociadas tenían en planes efectuar un evento de semejante tamaño, y por tal motivo veían con desconfianza la posibilidad de que los diez mil asientos tuvieran ocupantes durante la gran cita. En consecuencia, los directivos se ofrecieron a cederles todos los talentos que el trío quisiera.

Espíritu independiente


Cody y los Bucks no quisieron sponsor, pero cuando hicieron público el anuncio y la fecha —entre las opciones, se consideró Ontario y Long Beach—, las ofertas de sponsors empezaron a dispararse como gotas de lluvia. Algunos se ofrecieron a «pagar todo», pero no lo aceptaron porque de ese modo «matarían el espíritu» de todo el movimiento. Por lo tanto, no aceptaron dinero; cada centavo fue financiado por ellos.

Una de las ofertas fue la de Cracker Barrel, una de las cadenas más grandes de los Estados Unidos. Con ésta acordaron un servicio de comida para el evento, sin dinero de por medio. Otra empresa de mecedoras quiso invertir con el fin de poner sus sillas en ringside. No aceptaron. Sí consiguieron un acuerdo con el local de comidas Fridays, que les cocinaron especialmente para ellos en las instalaciones centrales.

Cody y Nick Aldis (junto a Earl Hebner) en el duelo que mantuvieron durante All In

Revisaron sus calendarios y las fechas libres. El viernes 7 de julio, el fin de semana del día del trabajador en EUA, estaba libre. Era muy pronto. Se decidieron entonces por el 1 de septiembre. Evaluaron cuatro arenas. Se manejaron por e-mail y con muy poca ayuda. Se decidieron por la Sears Centre Arena.

Todos los que se enteraban de los planes para All In, fuesen promotores o luchadores, los admiraban por las agallas a tomar tamaño reto. Un experimentado promotor incluso les imploró por su propio bien que no pusieran los tickets a la venta un domingo, y que, si lo hacían, antes tenían que vender entradas anticipadas. Vince McMahon en persona lo dijo: septiembre es el peor mes para promocionar shows.

30 minutos que cambiaron la historia


Llegó el domingo, el día de la venta de entradas. El trío, acompañado por algunos talentos anunciados para All In —que se reducía a unos pocos nombres, incluido el Presidente de la NWA, Billy Corgan—, realizó una pequeña conferencia de prensa de presentación. Marty Scurll tuvo un ataque de nervios. Para ellos fue «desastrosa», pero «divertida». Habían más fans que prensa… bueno, la perfección es imposible.

Y llegó el momento decisivo. La ansiedad empezaba a florecer. Y el contrarreloj empezó… las entradas ya estaban a la venta.

Los Bucks y Cody se empezaron a pasear allí donde estaban, nerviosos. Uno de los Jackson miraba los mensajes en Twitter para hacerse una idea del movimiento de entradas. Uno de los presentes dijo, «este es un momento histórico». Sacó un celular y empezó a filmar. Y llegó la primera noticia. Alguien soltó «¡Dios mío! ¡El ringside se ha agotado en 30 segundos!». He allí el primer indicio. Uno de Jackson puso en el grupo: «se están vendiendo rápido».

Estaban todos alerta. El grupo de los amigos era mensaje tras mensaje. Esperaban novedades y las tuvieron: una actualización decía que, aparentemente, habían vendido 3.000 tickets en diez minutos. Esa información bastó para que algunos supieran que ya iba a ser un rotundo éxito, pero los más pesimistas esperaron un poco más para más detalles.

ALL IN 2018 poster
ALL IN 2018 poster

La esposa de Matt Jackson pudo ingresar a la web para reservar después de un rato de búsqueda y el cartel de «no hay entradas disponibles». Buscó por las mejores entradas disponibles y los resultados le arrojaron que eran las de 28 dólares; las más baratas. Pero no terminó ahí, porque cuando hizo click para comprarla, no la redireccionó. Lo intentó sin resultados. Casi media hora después, otra vez: «no hay entradas disponibles».

¿Quiénes eran optimistas y quiénes no? Bueno, Cody no. Matt escribió en el grupo: «vendimos todo». Cody puso «no, no es posible». Matt le explicó el proceso que su esposa había hecho. Les tomó unos minutos confirmar que, en efecto, ese cartel de «No hay entradas disponibles» estaba en lo cierto. Era un sold-out. Llevó solamente 30 minutos. Y sin luchas confirmadas.

I’m All In


«Nunca vi esto con un evento de lucha libre, ¿qué diablos está ocurriendo?», comentó un encargado de la venta del recinto. Ni siquiera con WWE. Con la cabeza en alto, llenos tan rápido no ocurren a excepción de las más grandes megaestrellas musicales. Si hablamos de fans leales, estos se llevan el premio. Se hizo oficial a los 29 minutos. Es decir, esa media hora está redondeada.

Esa misma noche, con la euforia de saber lo que hicieron, Cody y los Bucks se presentaron a la firma de autógrafos organizada para aquellos aficionados que se habían hecho con sus lugares para el 1 de septiembre. Las puertas abrieron y la sala se llenó. Uno de los presentes dio el primer grito: «I’m All In» (estoy dentro). Todos los que se acercaban a Cody le decían lo mismo: «I’m All In»; «No pude conseguir el lugar que quería, pero estoy All In», «Esto es lucha, I’m All In». Cody no se aguantó. Dejó la sala unos minutos y, de la emoción, sin que lo supieran sus compadres, lloró.

Resultados All In (1-sep-18): Cody, Omega, Mysterio y más

LA LUCHA SIGUE...
Suscríbete para recibir un resumen diario de las últimas noticias.
icon

5 comentarios en «ALL IN, el evento que sin que lo supiésemos, originó AEW»

  1. Análisis basura. Todos saben como se originó. El ego de Cody. El dinero de un fanboy. Traicionar a ROH con sus luchadores y gente de backstage, a NJPW y su expansión

  2. «¿El nombre? ALL IN. Un término —que entre discusiones sobre cómo debería llamarse el evento, fue sugerido por la hermana de Cody—que no sólo hacía alusión a la inclusión, sino que también reflejaba el paso adelante del circuito y la realidad que se estaba viviendo:»

    En el Póker, la expresión «All In» significa poner todo en la mesa. Es una apuesta grande y peligrosa, pero de hacerla puedes obtener muchos beneficios. Por algo su siguiente evento se llamó «Double or Nothing», otra referencia al póker.

  3. Hay que decir la verdad, por mas fanboys de WWE que aquí existen debemos decir lo que es, All In cambió el curso de las indies y de la lucha libre actual. Fue un evento fabuloso, lleno de glamour en el ring, de spots preciosos, de buena historia y de un fandom fascinante, como consecuencia tenemos una nueva empresa que viene a refrescar la industria que ya estaba con el termómetro en rojo.
    Necesitamos mas eventos como All In, ya sean indies o no, con esa calidad, con ese ritmo, con esas historias cortas y autoconclusivas dentro de las propias luchas, y con ese tipo de convencimiento al fan, que sepa que va a ir a ver algo bueno y que va a salir contento, si quieres anuncia tus luchas con meses de anticipación (como WWE lo hace, como AAA lo hace), esta bien, es tu forma de vender, pero convence al fan, a tu cliente, tu consumidor, que lo que va a ir a ver es algo que lo va a atrapar, que si es un cliente potencial, saliendo de esa función ya será un cliente cautivo, eso es lo que hace falta en el wrlesting/la lucha libre actual. Dale a tu producto, el luchador, la libertad de trabajar como el sabe hacerlo, si lo contrataste es porque sabes que es capaz de desenvolverse, si le pagas y tu lo buscaste sabes que puede convencer al público, entonces dale la libertad de hacer lo que mejor sabe, sólo dale una línea que seguir y deja que tu empleador siga esa línea como mejor sepa, al final lo importante es llegar a la meta.

    Necesitamos otro All In y honestamente deseo que All Out sea eso. Y lo mismo para WWE, CMLL, AAA, NJPW, ROH, TNA. Si All Out no es ese evento, entonces que lo sea Héroes Inmortales, y si no, entonces que lo sea Clash of Champions.

Los comentarios están cerrados.