Adiós Max Linares, Rayo de Jalisco vivirá por siempre

La región rural de la Ciudad de México, Milpa Alta, vio nacer a Maximino Linares Moreno el 22 de noviembre de 1932. Adicto al deporte, junto a sus hermanos Dionisio y Antonio comenzó a practicar el arte de gotch a finales de los cuarentas.

Rayo de Jalisco
Rayo de Jalisco (24 de abril de 1970).

Era el primer boom de la lucha libre mexicana y luchadores como Santo, el Enmascarado de Plata y Blue Demon comenzaban a tener un impulso significativo cuando el chaparrito y joven Maximino comenzaba a probar suerte con nombres como Mr. Misterio, Águila Negra, Dr. Curtis y Tony Curtis, sin que pasara mucho con su carrera. De 1950, cuando debutó, hasta 1957 no destacó mucho. Pero a finales de ese año, y por la resonancia del personaje cinematográfico «Sombra Vengadora», Maximino decidió transformarse y crear a «El Rayo», con una máscara similar a la de «Sombra Vengadora», y con el nuevo nombre comenzó a tener cierta reputación en el circuito metropolitano de la hoy conocida como Ciudad de México.

La Empresa Mexicana de Lucha Libre puso su mirada en Maximino y lo mandó a que se puliera a Guadalajara. En marzo de 1958, Maximino fue mandado de Guadalajara a Monterrey a cumplir unas fechas. El promotor de esa zona decidió, por iniciativa propia, que el nombre de «El Rayo» era muy breve, y por lo tanto, al considerar que venía de Guadalajara lo rebautizó como «Rayo de Jalisco».

El Rayo de Jalisco (Max Linares)
El Rayo de Jalisco (Max Linares)

Maximino a su llegada a Monterrey se sorprendió por no ver a «El Rayo» en la programación. Al ver al promotor lo increpó y una vez que el promotor contó su postulado, Max sólo pudo decir: ¡Pero no soy de Jalisco!

El destino estaba trazado. Rayo de Jalisco fue la chispa en un barril de pólvora que estalló de inmediato y por todo el país. Su nombre, sus logros, sus lances espectaculares, su gallardía y su aplomo (todo eso que suplía a su pequeña estatura) hicieron de él uno de los iconos más destacados en el firmamento luchístico nacional.

Campeonatos varios, tanto de manera individual como junto a uno de sus más grandes socios, la máxima figura luchística, Santo. Máscaras ganadas, más de diez, incluida también una junto a su otro gran socio, Huracán Ramírez (cuando despojaron de sus tapas a los Hermanos Muerte). Dos veces se cansó de ser paladín de la justicia, en 1979, cuando tras una lesión emprendió el camino del mal. Y la otra, la más recordada. La más fatídica, cuando en la Plaza Monumental de Monterrey, en pleno homenaje de Blue Demon cuando éste anunciaba su retiro. El ego del oriundo de Milpa Alta explotó, y en lugar de entregarle una placa de reconocimiento se la estrelló en su cara. Blue Demon, humillado en su casa, no pudo más que lanzar el reto máximo: ¡Máscara contra máscara!

René Guajardo vs. Rayo de Jalisco
El Rayo con su sécond, Albeto Muñoz. Atrás, el comisionado Fernando Guevara (25 de julio de 1969).

El próximo 30 de julio se cumplirán 29 años del magno encuentro. Todos sabemos el resultado. Tras 39 años como luchador, Maximino volvía a enseñar la cara.

Sin embargo, la derrota sólo sirvió para darle un nuevo aire al gladiador, quien se volvió en pareja inseparable de su heredero, Rayo de Jalisco Jr. 

Decía el decano de los periodistas deportivos mexicanos, Pedro «Mago» Septién: «Dios siempre perdona; el hombre a veces perdona; el tiempo nunca». Maximino tuvo que decir adiós de los cuadriláteros, sin embargo él nunca dijo adiós a la lucha libre: En los compromisos más difíciles siempre estuvo en la esquina de su hijo.

Rayo de Jalisco, Santo y Blue Demon.

El Junior siempre recordaba que tras el famoso guitarrazo de Cien Caras en la lucha de apuestas, su padre sólo atinó a decir: «No te presiones, has lo que sabes, toma tu ritmo». Y el consejo rindió frutos.

Ocho años después, cuando el Junior encaraba una de las rivalidades más grandes de su vida, contra el importado Steel (Val Venis en WWE). Maximino, ya para ese entonces, bastante disminuido veía los encuentros desde primera fila. Steele encaró al adulto mayor mientras el Junior no podía reaccionar al castigo de los compañeros de tropelías. Rayo de Jalisco Jr. bramaba de la impotencia cuando Steel abofeteaba a su padre. Cuando pudo deshacerse de los irreverentes, su padre maltrecho estaba, tuvo que cargarlo en brazos y llevarlo a la enfermería de la Arena México.

Rayo de Jalisco es cargado por su hijo, Rayo de Jalisco Jr.

No había más que decir, Rayo de Jalisco Jr. tenía que retar a Steel por la afrenta. El 8 de junio de 1998, don Maximino salió por última vez en la esquina de su hijo para atestiguar la máscara más internacional que el Junior ha obtenido en su carrera.

Hubo otros momentos en su carrera, varios homenajes tanto en la Arena México como en la Coliseo tapatía.

Rayo de Jalisco en Homenaje a Dos Leyendas 2013 / Arena México – 15 de marzo de 2013 / Photo by @CMLL_OFICIAL en Twitter

La figura del Rayo de Jalisco se asentó en el firmamento luchístico como una de las más grandes estrellas que ha tenido.

El día de hoy, a la edad de 86 años, Maximino Linares dejó de existir. Adiós a don Max. El Rayo de Jalisco es eterno. 

SÚPER LUCHAS muestra sus respetos a la figura atemporal, y también espera que su familia y amigos encuentren pronta resignación a su partida.

¡Adiós Maximino Linares Moreno! ¡Viva por siempre el Rayo de Jalisco!

Rayo de Jalisco

 

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14 comentarios en «Adiós Max Linares, Rayo de Jalisco vivirá por siempre»

  1. Una verdadera leyenda de los encordados, de las máximas figuras de la lucha libre mexicana y uno de los ídolos de mi infancia. QEPD =(

  2. Una verdadera leyenda de los encordados, de las máximas figuras de la lucha libre mexicana y uno de los ídolos de mi infancia. QEPD =(

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