5×5: Lo mejor y lo peor de Hell in a Cell 2014

Este artículo refleja las opiniones personales de su autor, y no necesariamente las de la Revista Súper Luchas.

Bienvenidos a esta columna en la que pretendo mostrar los que, en mi opinión, son los 5 aspectos negativos y 5 positivos de los PPV de la WWE,en este caso WWE Hell in a Cell. Con la carga de un evento sin campeón, dos veteranos y dos jóvenes talentos llegaron con la tarea de mantener la atención del público. En mi opinión fue un buen evento, con un cartel sólido y dos de las mejores luchas del año, aunque el evento principal estuvo lleno de polémica.

Empecemos con lo mejor y lo peor de Hell in a Cell 2014:

Lo peor:

5- AJ vs. Paige: Lo que en principio era un sueño realidad, hoy se ha convertido en algo tedioso. Aunque la rivalidad entre AJ Lee y Paige por el campeonato de divas es lo mejor que la división femenina ha ofrecido en mucho tiempo, es hora de que estas dos luchadoras se alejen y busquen nuevas rivales. AJ Lee, con 27 años, tiene varios años más en la compañía, de cuya historia ya hace parte, no solo como luchadora sino incluso como Gerente General. Paige, por su parte, tiene apenas 22 años, menos de un año en el roster y ya es dos veces campeona de divas. Así que la nueva gran rivalidad femenina puede tomarse un descanso antes de quemarse y regresar en varios meses, cuando logre de nuevo despertar emoción en el público.

4- Escenario: No me extenderé en este punto, el cual se ha comentado ya varias veces. Es un hecho que los escenarios temáticos fueron sacrificados en el recorte de gastos de WWE, pero si se pudo hacer un gran letrero de «Hell in a Cell» en acero para que colgara sobre el ring, brindar algo de metal a la entrada no hubiera supuesto mayor dificultad.

3- Henry vs. Bo: ¿Tenía esta lucha algún propósito además de rellenar el kickoff? Bien se hubiera podido anunciar antes del evento, en vez de aparecer como relleno. Pero los 36 segundos de encuentro, en donde Henry por fin pudo darle su merecido a un insoportable Bo Dallas, sirvieron de nada cuando, para el «inspirador», la victoria moral fue suya, por lo que se mantenía invicto. Ni Bo, ni Henry, ni el público ganan con esta rivalidad.

2- Evento principal recargado: Hay luchas de las que los creativos deben mantenerse alejados, donde se debe elegir un lugar, una fecha, y el ganador más lógico. Hay luchas donde se debe dejar a los participantes hacer su trabajo. Seth Rollins vs. Dean Ambrose era una de esas luchas. Desde el momento en que Ambrose hizo su entrada se sintió la emoción en el ambiente, el palo de kendo en la espalda, el lanzamiento de sillas al ring y la posterior escalada a la celda. Rollins llegó decidido a no seguir el juego a Ambrose y entró a la celda, algo lógico teniendo en cuenta su rivalidad, pero finalmente accedió a subir; antes de escalar, Rollins decidió mandar a Joey Mercury y Jamie Noble por Ambrose y luego atacarlo él mismo por la espalda. La amenaza de lanzar a Ambrose por encima de la jaula fue uno de los momentos de tensión del encuentro, que ni siquiera había iniciado oficialmente. Ambrose se libera y pelea contra Rollins mientras bajan de la estructura, cayendo ambos simultaneamente a las mesas de comentarios. Aunque esta caída haya sido menos vistosa que la de Mankind en aquel clásico encuentro, es importante recordar que la celda mide ahora más que en aquel entonces. Como en el King of the Ring del 98, quienes cayeron recibieron atención médica y, a punto de ser llevados fuera de la arena, Ambrose se levantó y la lucha dio inicio oficialmente. Aunque con violencia, la caída previa eliminó toda posibilidad de velocidad en la lucha, y lo que vimos fue castigo contundente, pero lento. Kane hizo una mínima interferencia, irrisoria comparada con su debut en esa misma celda en el 97. Ambrose sacó un par de ladrillos de bajo del ring y se preparaba para robar el Curb Stomp en lo que parecía ser un final lleno de justicia poética para una de las mejores rivalidades del año, pero entonces las luces se apagaron. La lámpara de aceite apareció en el ring con un holograma y Bray Wyatt hizo un sorpresivo regreso, atacando a Ambrose y dándole la victoria a Rollins. Aunque el regreso de Bray Wyatt fue impresionante y seguramente será recordado en algunos años como uno de los grandes momentos de su carrera, el momento no fue el adecuado, no porque hubiera sido preferible en Raw, sino porque haberlo hecho dos minutos después, cuando Ambrose hubiera obtenido su escurridiza victoria, o Rollins hubiera encontrado una forma de hacerse ganador, hubiera sido una mejor decisión. El resultado fue, un final tibio para una gran rivalidad, donde tras meses de persecución no hubo un claro ganador, pero el comienzo de una prometedora nueva historia entre dos de los mejores personajes en WWE:

1- El campeón ausente: Lo ocurrido con el cartel Hell in a Cell, lo bueno y lo malo, tiene al final un gran responsable: el campeón mundial de peso completo de WWE, Brock Lesnar. Ya comenté en otra oportunidad cómo el cartel de Hell in a Cell estaba construido para reemplazar al campeón ausente, ahora añadiré que la ausencia definitiva de Brock Lesnar del evento solo fue reemplazada por una mirada de Paul Heyman al nuevo retador, John Cena. Con uno o dos eventos más en donde el campeonato máximo de la empresa permanezca perdido ¿qué hará WWE para mantener la atención del público? No todos los meses se pueden tener regresos sorpresivos y terminar grandes rivalidades.

Lo mejor:

5- Damien Mizdow: Cuando parecía haber tocado fondo, Damien Sandow llegó a la cima de la popularidad en WWE. Con su magnífico trabajo como doble de The Miz, Mizdow se ha convertido en uno de los luchadores más queridos por el público. En el kickoff hizo un buen trabajo como anfitrión de MizdowTV, expresando su mutua amistad con The Miz, pero fue su labor en ringside durante la lucha por el campeonato de Estados Unidos lo que lo trae a esta lista como parte de lo mejor del evento. Debo confesar, no presté mucha atención a lo que ocurrió en el ring entre Sheamus y The Miz, ya que fue el doble quien se robó las miradas con su magnífica interpretación. Consciente de lo ocurrido, Sheamus hizo uso de un Miz inconsciente y de su doble para hacer un pequeño número de YMCA. En conclusión, un gran luchador puede hacer funcionar cualquier personaje.

4- Las Bella sorprenden: Si AJ y Paige empiezan a perder el interés del público, las gemelas Bella sorprendieron con lo que parecía destinado a ser la peor lucha de la noche. Con casi  la misma duración que el encuentro titular, Nikki tuvo tiempo para mostrarse como una poderosa powerhouse con su Rack Attack y una amenaza para la campeona de divas. Brie, por su parte, logró animar al público con la Yes Lock de su esposo y sorprender con un suicide dive. Como sea, una buena lucha no soluciona los problemas de sus personajes, que seguramente tendrán varios minutos de televisión mientras Brie sea la asistente personal de su hermana en el próximo mes.

3- Duelo de hermanos: La mayor falla de la lucha por el campeonato de parejas en Hell in a Cell fue no haber tenido una buena rivalidad a su espalda. Con luchas en equipos cada semana, la revancha por el campeonato de parejas llegó sin mayor tensión entre las dos parejas. Goldust, Stardust, Jimmy Uso y Jey Uso han demostrado ya suficientes veces su calidad en el ring y la química que tienen entre sí, así que el resultado, como era de esperarse, fueron 10 minutos de acción sin parar donde cada luchador tuvo oportunidad de demostrar su talento y que es merecedor del oro.

2- Cena vs. Orton: Aunque no estoy de acuerdo con el resultado, esta fue una de las grandes luchas del año. Si Orton y Cena reciben críticas de manera individual, estas no se comparan a la reacción que generan cuando son unidos por los creativos. Para compensar un evento principal de novatos, WWE trajo un segundo Hell in a Cell con las mayores estrellas de la década. Personalmente, esta ha sido la mejor lucha entre «The Viper» y el líder de la Cenation en sus muchos años de rivalidad. Conociendo al otro a la perfección, dieron un encuentro plagado de nearfalls, objetos externos y movimientos sorpresivos, además de una cantidad de RKOs y Attitude Adjustments que no se podría encontrar en otra lucha. El resultado, aunque trae la ventaja de dar por fin un cierre a la rivalidad Cena-Lesnar, nos quita la oportunidad de ver por primera vez a La Víbora contra La Bestia. Aunque Orton tiene cuentas pendientes con Seth Rollins, la ausencia del campeón le hubiera podido permitir manejar ambas rivalidades de manera simultanea. Buen Hell in a Cell, sorprendentemente el mejor de la noche.

1- Dos de tres caídas: La última lucha anunciada fue, desde el momento en que se hizo oficial, favorita para robarse el show. La quinta defensa en 34 días de reinado de Dolph Ziggler con el campeonato intercontinental ha sido la mejor hasta el momento. Con un rival a su altura, el rubio batalló con Cesaro por escasos 12 minutos, pero lograron desplegar verdadera lucha libre en una empresa donde el espectáculo la suele opacar. Aunque el suizo infringió la mayoría del castigo, haciendo uso de su reconocida fuerza y habilidad, finalmente fue la resiliencia del campeón la que se robó la atención, tras resistir lo mejor del repertorio de su rival y aun así salir ileso con un resultado de 2-0, poco usual en estos encuentros. Cesaro, luchador más infravalorado de 2013 según el Wrestling Observer; y Dolph Ziggler, el más infravalorado de 2011 según la misma publicación; abrieron el show con otra lucha candidata a lo mejor del año y, esperemos, eliminaron cualquier duda que pudiera haber sobre su capacidad de cargar mayor responsabilidad dentro de la compañía. Cesaro gana al demostrar su habilidad y su gran talento en el ring, Dolph Ziggler gana en credibilidad como campeón y luchador, y el campeonato intercontinental gana con el prestigio que encuentros de este calibre le brindan.

Gracias por detenerse a leer, recuerden que esta es mi opinión personal y que pueden opinar con sus comentarios.

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