En la época dorada del boxeo en México se vivieron hazañas y batallas épicas que hicieron que todo el país convirtiera a jóvenes, generalmente de ascendencia humilde, en verdaderos semidioses con culto y devoción en los templos sagrados llamados “Arenas”.
Uno de esos semidioses fue el yucateco nacido en Mérida, Miguel Canto, quien contrario a los demás venerados no tenía el punch en las manos para dejar fuera a sus oponentes con un solo golpe, en cambio, Canto hacía de sus combates verdaderas guerras de ajedrez, donde de manera sistemática se encargaba de fulminar a sus rivales poco a poco. De ahí que muchos lo comenzaran a conocer como “El Maestro”.
La Península Yucateca ha otorgado a esta nación varios deportistas destacados, sin embargo pocos le dieron a esa región tantos momentos de gozo pleno como Canto, quien se encargó de hacer valer su casa como pocos dando peleas por demás memorables como aquella donde enfrentó a Lupe Hernández el 17 de noviembre de 1973 reteniendo el Campeonato Nacional Mosca. Está victoria fue importante en lo anímico pues Canto venía de perder en su primer oportunidad por el título del orbe ante el venezolano Betulio González en Caracas.
Canto siguió insistente a la corona máxima, así que poco más de un año después, el 8 de enero de 1975, hoy hace cuarenta años, el Maestro recibió su segunda oportunidad contra el japonés Shoji Oguma, en Sendai. Canto se preparó como pocas veces, mentalizándose que tenía que ser contundente para poder vencer a un nipón en su casa, pues los jueces no eran garantía.
La pelea fue una obra de arte de Canto, se metió en la guardia de Oguma y poco a poco le mermó la condición física. Sin embargo, no pudo noquear y la pelea llegó al terreno de las tarjetas. Aún a pesar de que el juez japonés dictó empate, los otros jueces abrumaron la decisión, que aunque dividida fue contundente: Canto se coronaba. El primer yucateco con corona mundial gestaba uno de los episodios más gloriosos del boxeo mexicano en tierra ajena. Canto, obtenía por segunda vez para México el título de Peso Mosca del CMB.
Canto se convirtió en sólido monarca realizando catorce defensas posteriores y perdiéndolo con las malas de los jueces, que en Corea del Sur le arrebataron el título para entregárselo al Chan-Hee Park, quien le dio la revancha, es cierto, pero otra vez en Corea consiguiendo que los jueces vieran un discutido empate.
Hoy a cuarenta años de su hazaña, SÚPER LUCHAS recuerda y honra al “Maestro” Miguel Canto.