3 anécdotas curiosas de collarines en la lucha libre

Collarines, collarines, collarines. ¿Qué recuerdos surgen cuando pensamos en esos simpáticos accesorios de precaución? Tony Khan no fue ni por casualidad el primero en dejarse ver de este modo fuera del mundo luchístico. De hecho, estas tres historias que estás por leer han quedado bien registradas en el recuerdo colectivo de la afición de la lucha libre. Alguna más que otra, eso desde ya, pero todas ellas saltan a nuestra memoria cuando pensamos en collarines. ¿A qué nos recuerdan?

Dean Ambrose y la vieja escuela

WWE SmackDown en 2014 muy lejos estaba de ser el show que es hoy. Teniendo como hogar a FOX, uno de los principales canales televisivos de los Estados Unidos, la marca azul ha sido en los últimos años la principal plataforma de exposición de la WWE, incluso por sobre Monday Night Raw, cuya trascendencia histórica siempre ha sido mayor a la de su programa hermano.

Como decíamos, distinto era el cantar hace una década atrás. Entonces, SmackDown ni siquiera era televisado en directo y al ser la era pre-división de marcas, ni siquiera contaba con una identidad propia.

Eso no quiere decir que, cada tanto, algo de interés sucediese alrededor del show. Un ejemplo es, por ejemplo, cuando Dean Ambrose fue retirado en camilla por el personal médico tras un ataque de Bray Wyatt en las grabaciones. La Superestrella había sido trasladada al detrás de escena con un collarín.

Esa misma noche, varios fans pudieron alcanzarlo en el hotel donde se alojaba el elenco de la WWE y, para respetar lo acontecido en pantalla, el ex Campeón Mundial vendió la lesión como en los viejos tiempos:

Vince McMahon… ¿quiere dar pena?

Esta historia no tiene desperdicio.

Corría el año 1995 y WWE (entonces WWF) estaba entre la espada y la pared. Hulk Hogan había hecho las maletas un par de años antes y la compañía no había tenido suerte reemplazándolo. Todos las métricas habían ido en picada desde ese momento y, como si fuera poco, se entremezclaban dos controversias inconmensurables que ponían en jaque el futuro de la empresa: denuncias por abuso sexual hacia altos ejecutivos de la empresa y una demanda del gobierno de los Estados Unidos por supuesto tráfico ilegal de esteroides para con sus luchadores, entre otras cosas.

Fueron tiempos difíciles para la WWE, no sólo en cuanto a popularidad, sino también desde un punto de visto financiero y, para Vince McMahon en lo personal, hasta una cuestión de libertad o privación de la misma. La posibilidad de ir la cárcel era muy real, al punto de que el mandamás ya había hecho planes para el caso en que el veredicto no le fuese favorable.

Vince McMahon y su controversial collarín, con Linda, a la salida del juicio oral por supuesto tráfico de esteroides en la WWF.

En el juicio oral llevado a cabo ese año, McMahon sorprendió presentándose junto a su esposa Linda luciendo un collarín. Fue una movida polémica en aquel periodo, con algunos acusándolo de fingir el viejo truco de la lucha libre para ganarse la simpatía de la corte. Cuando fue consultado al respecto, McMahon alegó que había sido operado en la zona poco antes. ¿A quién le creemos?

¡Andy Kaufman estaba loco!

Andy Kaufman fue una figura divisoria que despertaba fascinación en aquellos que disfrutaban de su humor no convencional y rechazo entre los que no lo captaban. Pero más allá de cualquier valoración, su estatus como leyenda de la comedia y estrella de Hollywood siempre estuvo fuera de toda discusión.

Cuando la WWWF de Vince McMahon Sr. rechazó su idea de hacer lucha intergénero en el Madison Square Garden, fue recibido con brazos abiertos por Jerry Jarrett en Memphis Wrestling, donde Kaufman, un gran fan del negocio, pudo cumplir su sueño. Después de autodeclararse “Campeón Intergénero” y vencer a varias mujeres, era solo cuestión de tiempo antes que el rostro del territorio, Jerry Lawler, lo pusiera en su sitio. Al momento de verse las caras en el ring, un Piledriver bastó para que Lawler hiciese el trabajo.

Tras el encuentro, Kaufman fue directo a emergencias (de veras) y, debido a que arrastraba una lesión previa, logró convencer a los médicos de la gravedad del ataque sufrido a manos de “The King”. Estuvo tres días internado. Le pusieron un cuello ortopédico, que no dejaría su lado por los siguientes cinco meses sin importar adonde fuese. ¡Incluso quiso utilizarlo en el rodaje de la serie del momento, Taxi, pero el director no se lo permitió!

El momento fue reportado por todos los medios del país y provocó semejante reacción en las calles que los productores de Late Night with David Letterman determinaron sacarle todo el jugo posible a esta historia.

Invitaron al dúo de Lawler y Kaufman para que se reencontraran en el prime time de la televisión estadounidense. El resultado fue acaso el momento más icónico de la historia de la lucha libre. El detrás de escena y todo lo transcurrido en torno a este acontecimiento es una historia sumamente increíble que todo aficionado de nuestro negocio ha de conocer, y que es hasta el día de hoy uno de los momentos clásicos más recordados de todos los tiempos de la televisión de los Estados Unidos y punto.

LA LUCHA SIGUE...
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